Mae Sai, Tailandia
En Tailandia, la cueva de los «Jabalíes salvajes» se convierte en atracción turística
La gruta de Tham Luang recibía a 5.000 visitantes por año antes de lo ocurrido con los jóvenes que quedaron atrapados en sus entrañas. Ahora, hasta 25.000 personas por día quieren conocerla.
Tham Luang Nang Non o “cueva de la dama reclinada”. Dicen que una hermosa princesa se escapó a la cueva con su amante plebeyo y su padre envió soldados para matar al amante, lo que provocó que la princesa se suicidara. Fotos: AFP [ Ver fotogalería ]
Publicado el 24 de junio de 2019
Sumalee deposita flores blancas y se inclina ante la estatua de Saman Kunan. Este submarinista murió durante el espectacular rescate de jóvenes futbolistas y su entrenador, atrapados hace un año en una gruta inundada en Tailandia, convertida hoy en gran atracción turística. «Tenía que estar aquí, para rendirle homenaje», dice esta enfermera, llegada con sus dos hijos desde Chiang Mai, a más de 250 kilómetros de distancia. «Es un héroe para todo un país. Salvó a nuestros jóvenes», los doce adolescentes del equipo de fútbol los «Jabalíes salvajes», atrapados durante más de dos semanas en esta gruta inundada, en plena temporada del monzón.
Antes de la operación internacional de rescate que movilizó día y noche a centenares de personas y mantuvo en tensa expectativa a millones en todo el mundo, este lugar, en el corazón de una zona montañosa del norte del país, era un sitio tranquilo, lejos de los circuitos turísticos. La gruta de Tham Luang recibía a 5.000 visitantes por año antes de lo ocurrido con los «Jabalíes salvajes», según Kawee Prasomphol, responsable del lugar. Este año, «de octubre a abril hemos recibido a 1,3 millones de turistas» tailandeses pero también extranjeros, con máximos a veces de hasta 25.000 personas por día durante el feriado del fin de año, se felicita.
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Las autoridades esperan convertirlo en un importante centro turístico de la región Cerca de la estatua de Saman Kunan y de la entrada de la gruta, un centro de información ha abierto sus puertas. Alberga una gigantesca pintura, titulada «Los héroes», que representa a los niños, entonces de 11 a 16 años, en medio de los socorristas, bajo la mirada sonriente del primer ministro, Prayut Chan-O-Cha. Ahí se vende de todo: camisetas a 7 euros, pins, carteles, llaveros, todo en torno a la historia de los «Jabalíes salvajes». Y unas 250 tienditas proliferaron en el camino que conduce al lugar, proponiendo comida, ropa y recuerdos.
La montaña que alberga la gruta, llamada «La mujer dormida, debido a su forma alargada, es reputada por albergar espíritus. Desde el exitoso rescate de los jóvenes, se convirtió en sinónimo de buena suerte, por lo que ahí se han instalado numerosos vendedores de lotería, muy popular en Tailandia. «Puedo vender hasta 4.000 billetes de lotería por mes» se felicita Kraingkrai, uno de los vendedores que llegó primero. Sin embargo, desde el inicio de la temporada de lluvias, en mayo, el flujo de turistas disminuyó.
Superproducción de Netflix
Phitsawphong gestiona las camionetas que se turnan para llevar a los visitantes desde el parking hasta la entrada de la gruta, y se declara ante el futuro muy optimista. El turismo «crea trabajo para los locales. Antes los agricultores de la zona tenían que pedir créditos para comprar fertilizante», dice. Les habitantes locales esperan la reapertura de la gruta, como muy pronto en 2020, y que los numerosos acontecimientos previstos en torno a la «aventura de los Jabalíes salvajes» –especialmente una superproducción de Netflix– permita atraer a más visitantes.
Y las autoridades ven a lo grande. El gobierno destinó 50 millones de bahts (1,5 millones de euros) para desarrollar el lugar y sus alrededores, según Kawee Prasomphol, responsable del sitio. A pocos kilómetros de Tham Luang se prevé construir un centro comercial, restaurantes, hoteles y varios campings. «Es normal que la gente intente ganar dinero. Pero es importante que el sitio conserve un cierto aspecto espiritual. Porque aquí se produjo un milagro con esos niños», dice Cheong, un turista de Singapur.
Un guía turística describe la cueva Tham Luang como relativamente inexplorada, con una «cámara de entrada impresionante» que conduce a un camino marcado y luego una serie de cámaras y cantos rodados. Los aldeanos saben que el impresionante sitio es propenso a las inundaciones y muchos instaron durante años a las autoridades a publicar advertencias más claras. Con 10 kilómetros de longitud, las cuevas Tham Luang Nang Non son las cuartas más largas de Tailandia y se extienden majo la ladera de la montaña al este del país. Se trata de un impresionante entramado geológico de pasillos y cuevas es, además, una atracción muy popular entre los turistas, que se aventuran en su oscuridad a través de su entrada más expuesta.
Pese a la gran apertura en el primer contacto, los pasillos se van estrechando a medida que avanza en su recorrido, convirtiéndose en algunos momentos en un entramado de pasadizos estrechos que transcurren en un zigzag con suelo rocoso y lleno de barro que conducen a amplias cámaras. Una trampa que puede ser mortal. Los tailandeses, pueblo supersticioso, recuerdan una leyenda sobre la cueva, cuyo nombre completo es Tham Luang Nang Non o “cueva de la dama reclinada”. Dicen que una hermosa princesa se escapó a la cueva con su amante plebeyo y su padre envió soldados para matar al amante, lo que provocó que la princesa se suicidara. Las montañas circundantes tomaron la forma de su cuerpo.
DS / AFP