El país de los museos: 10 espacios culturales y científicos que vale la pena visitar

Por Flavia Tomaello | Argentina cuenta con un recorrido impecable de piezas y sitios inmejorables. Los hay de todos los tamaños y especialidades. Partimos en una ruta repleta de sorpresas a punto de ser descubiertas.

El Museo de La Plata es un museo universitario de historia natural. Fue el primero del país construido en el país para ser museo. FOTO: F.T. [ Ver fotogalería ]

Publicado el 25 de julio de 2019

La riqueza natural desplegada por la geografía Argentina es una de los puntales que nos enorgullecen puertas adentro y nos posicionan en el exterior. Prepararse para un buen recorrido requiere de algunos tips a considerar para sacar el mejor partido de la recorrida.

Aunque se trate de un sitio más civilizado que un trekking en la montaña, algunos requieren de ciertos esfuerzos y la mayoría exige caminata. Por lo tanto, recurrir a ropa cómoda y con los bolsillos necesarios como para portar todo lo indispensable es una buena manera de empezar a planificar la excursión. Se debe recordar que en la mayoría de los sitios no se puede ingresar con bolsos o mochilas.

Si fuera posible, si la visita se organiza para el comienzo del día, puede encontrar a la familia menos cansada que si se hace al fin del día, luego de una serie de actividades previas. Si los zapatos aprietan, las piernas flaquean o hay hambre, lo más posible es querer irse rápido y el secreto no está en pisar el lugar, sino que aprehender aquello que tiene para ofrecer.

Hay que hacerse de un mapa que oriente el los circuitos posibles para recorrerlo. Si se puede tener un conocimiento previo de lo que se puede visitar, aún mejor, considerando que se puede optar por aquellas cosas de mayor interés. Visitar lo que más se desea primero, porque el cansancio es creciente con aburrimiento. «La mayoría de los museos suelen aportar un folleto de guía rápida, como para no perderse lo más importante, lo que realmente vale la pena ver allí -explica Claudia Puebla, historiadora del Arte-. Si no existe como folleto, las páginas online tienen el detalle de las grandes obras y dónde están ubicadas.

Para la especialista «las audioguías son prácticas. Existen aquellas que no paran en todas las estaciones, sino en donde es preciso hacerlo para tener una composición general. Si interesa alguna obra p montaje en particular la audioguía ayuda». Si el sitio a visitar suele ser muy concurrido, es mejor sacar la entrada antes o visitarlo en días u horarios menos multitudinarios. Algunos museos permiten tomar fotografías sin flash, otros lo tienen prohibido. Respetar esa normativa implica madurez cultural. No es importante llevarse la foto, lo esencial es conocer.

Darse tiempo. No a todos les gustan las mismas cosas o tienen los mismos intereses. Si algo despierta la curiosidad, no tiene tiempo límite de contemplación, más que la empatía con los otros visitantes que también desean verlo. «En los más pequeños es común arrepentirse si uno no investigó antes de qué se trataba -dice Puebla-. Con algo de conocimiento uno la aprovecha más».

Un detalle que recorriendo el país no puede soslayarse es que «los edificios que destinan a museos, en general fueron espacios emblemáticos -advierte la especialista-. Es importante saber por qué ese lugar alberga el museo. Eso dará datos interesantes, porque el sitio en sí mismo suele ser una obra de arte».

Casi todos los museos cuentan con asientos en los itinerarios y cafetería. Tomarse un break en medio puede ser una buena idea para un mayor disfrute. Las tiendas de los museos son una lupa que ponen el acento en algunas cosas. «Las actividades lúdicas suelen ayudar a comprender más las obras y no siempre son necesariamente para chicos», afirma Puebla.

A cada sitio su museo

Pensar en elegir algunas opciones para recomendar supone una osadía. Siempre se dejarán emprendimientos interesantes fuera de circuito o propuestas reconocidas que ameritan la visita. A continuaciónm un recorrido tentativo para empezar a sumergirse en la aventura museológica.

1. Museo de Arqueología de Alta Montana (Salta)

Un conmovedor y modernísimo museo que no tiene nada que envidiar a los grandes centros del mundo. Surge a partir del descubrimiento de las momias conocidas como los niños del Llullaillaco hallados en marzo de 1999, que se conservan en cápsulas de cripreservación que modifican su atmósfera reduciendo el contenido de oxígeno en un ambiente estable de veinte grados centígrados bajo cero y una iluminación filtrada en radiación ultravioleta y radiación infrarroja que garantizan la correcta preservación.
Aunque son tres las momias halladas, se rotan en la exhibición. Se trata de niños incaicos descubiertos por la expedición a cargo del antropólogo estadounidense Johan Reinhard y la arqueóloga argentina Constanza Ceruti. A la puesta se le suma una importante serie de otros elementos que se hallaron en el mismo espacio o en otras excavaciones. (www.maam.gob.ar)

2. Museo arqueológico de Ischigualasto (San Juan)

También conocido como el Valle de la Luna, se afinca entre los departamentos de Valle Fértil y Jáchal; y limita con la provincia de La Rioja al norte. La altura sobre el nivel del mar comprende un rango que va desde los 1200 hasta los 1800 metros en las cumbres de mayor altura. Ofrece diferentes opciones para visitarlo, siempre en auto, en caravaja con guía. Cada una las sendas tiene modalidades distintas. En todos los circuitos el visitante puede conocer paisajes fantásticos siendo el atractivo principal la multiplicidad de colores que contrastan dependiendo de la hora del día en el que se ingresa. El museo de sitio cuenta encapsulado un espacio con restos de dinosaurios que pueden observarse en proceso de extracción. (http://www.ischigualasto.gob.ar/)

3. Museo de Ciencias Naturales (La Plata) 

El Museo de La Plata es un museo universitario de historia natural. Fue el primero del país construido en el país para ser museo. Tiene como misión específica resguardar colecciones de Argentina y América del Sur y difundirlas a través de la exhibición y extensión educativa en un marco de integración y respeto por el patrimonio natural y la diversidad de los pueblos. Actualmente posee valiosas colecciones con más de 3 millones y medio de objetos. Están organizadas y conservadas en quince Divisiones que corresponden a las áreas de geología, biología, zoología, paleontología, antropología y archivo histórico. La exhibición permanente está organizada en veinte Salas. Los visitantes pueden realizar un recorrido a través del tiempo: desde el origen del Universo hasta el hombre. (http://www.museo.fcnym.unlp.edu.ar/)

4. Museo de arte Tigre (Pcia. de Buenos Aires)

Ocupa actualmente lo que fue la antigua sede del Tigre Club. Inaugurado en 1912, su objetivo fue fomentar la recreación social y deportiva con regatas y práctica del tenis entre sus principales intereses. Ingreso destacable, cúpula que se divisa desde lejos, jardines con esculturas y profusión de verdes. Cuenta con una muestra permanente en arte figurativo argentino del siglo XIX y XX. Organizada por distintas secciones (el arte que representa el Delta, una sala histórica con los precursores del arte argentino, el grupo Nexus, el grupo de La Boca), la colección permite ver la continuidad y a la vez la evolución de un arte variado y fascinante. Hay allí obras de Quirós, Sívori, Quinquela Martín, Berni, Soldi, Spilimbergo. Además de la belleza arquitectónica del espacio y su patrimonio artístico, es notable el espacio que lo rodea a poca distancia de la Capital Federal. (http://www.mat.gov.ar/)

5. Museo Fangio (Pcia. de Buenos Aires)

Promovido por los vecinos de la ciudad en pos de los deseos del propio corredor de reunir en un museo todos los objetos de valor acumulados durante su vida deportiva, a partir de donaciones espontaneas de empresas nacionales e internacionales, personas adherentes al proyecto y aportes del propio Juan Manuel Fangio, en 1986 se inauguró el Centro Tecnológico-Cultural y Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, sin dudas uno de los mejores museos del país. La exposición está dispuesta en un área de 6000 m2 y presenta más de 60 autos, 800 trofeos, fotos, cartas, libros, folletos, medallas y recuerdos que hicieron la historia del campeón y el automovilismo nacional. Los sistemas interactivos le aportan un plus de modernidad especial. Hay propuestas especialmente diseñadas para niños. (http://www.museofangio.com/)

6. Museo Histórico Miguel Lillo (Tucumán)

El Dr. Miguel Lillo fue un naturalista tucumano nacido en 1862. Dedico su vida a investigar las ciencias naturales. Sus aportes son reconocidos en todo el mundo. El legado de sus colecciones de especímenes y su biblioteca son cuidadas y ampliadas por la fundación que lleva su nombre y cuyo patrimonio se exhibe en el respectivo museo. Este se encuentra en «La Casa del Sabio», lugar donde vivió. En la primera sala se recuerdan a los naturalistas que, desde el siglo XVI, recorrieron nuestro territorio, investigaron la naturaleza, los habitantes y sus constumbres y dejaron crónicas y estudios. Realizaron, además, una valiosa cartografía. Fueron la inspiración de quienes se interesaron, posteriormente, en las Ciencias Naturales. Lillo dedicó su vida, desde 1914 hasta su muerte en 1931, al Museo de Historia Natural. Una sala refleja su accionar y el de sus colaboradores, Rodolfo Schreiter y Abel Peirano entre otros. También se exhibe una importante selección de la Biblioteca de Lillo, de unos 8 mil volúmenes, contiene joyas bibliográficas que datan desde el siglo XVI. (http://www.lillo.org.ar/)

7. Museo de Geología y Paleontología “Dr. Rosendo Pascual” (Río Negro)

El nombre del Dr. Rosendo Pascual es un claro agradecimiento a quien ofreciera su aliento para que el emprendimiento llegara a ser realidad y aún hoy continúa aportando su reconocida experiencia como profesor en la Universidad de la Plata y director del Departamento de Vertebrados del Museo de aquella ciudad. En las distintas secciones se observan, entre otros, vertebrados marinos de 500 millones de años de antigüedad, palioflora, vertebrados mamíferos del Período Terciario y una exclusiva colección de aves patagónicas embalsamadas que donó el Sr. Pedro Simpson, vecino de Bariloche. Entre sus logros cuentan con el descubrimiento en el año ’98 del Ammonite gigante más grande de América y el segundo en el mundo, siendo este molusco marino de la familia de los Cephalopodos, antecesor de los calamares, con una antigüedad de unos 170.000.000 de años. También se puede observar una mandíbula de un Nesodon de la familia de los Toxodontes, que fuera catalogada de gran valor científico, en la ciudad de La Plata. (https://bariloche.org/)

8. Museo Estancia Jesuitica y casa del Virrey Liniers (Córdoba)

Se ubica en una antigua residencia que, desde mediados del siglo XVII, formaba parte de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia. Fue una de las tantas estancias que, a través de sus producciones, sustentaban los gastos de los jesuitas asentados a lo largo del territorio americano. A través de visitas guiadas, charlas, talleres, conciertos y actividades culturales, el Museo invita a recrear el pasado de la Estancia, en permanente diálogo con el presente. El Museo narra los modos de vida de quienes habitaron la casa a lo largo del tiempo: los jesuitas, los trabajadores africanos esclavizados, las mujeres y el propio virrey Liniers, y cuenta los sucesos históricos que protagonizaron cada uno de estos actores. Al mismo tiempo, invita a reflexionar sobre la historia de la región a partir de los procesos sociales, culturales y económicos de su tiempo. Así, por ejemplo, en el segundo patio de la Estancia se destaca la herrería que utilizaban los jesuitas y en la que trabajaban los africanos esclavizados; también se pueden visitar los “lugares comunes”, un sistema de baños construidos en la misma época. Se destaca, además, la cocina que hizo edificar en 1810 el propio Santiago de Liniers y una alcoba con austero mobiliario serrano. (https://museoliniers.cultura.gob.ar/)

9. Museo Marítimo del Presidio (Ushuaia)

El presidio militar que funcionó en la Isla de los Estados, primero en San Juan de Salvamento y luego en Puerto Cook, fue trasladado en 1902 por razones humanitarias a Ushuaia, que para entonces sólo existían 40 casas. Aquí se puede visitar el Museo Marítimo, el Museo del Presidio, el Museo Antártico, el Museo de Arte Marino, una Galería de Arte y la historia del desarrollo de la ciudad de Ushuaia. La cárcel del museo es la más antigua del país, conocer la vida de los reclusos, trabajos, castigos y la triste historia de famosos criminales, como el Petiso orejudo, el multi homicida Mateo Banks y otros. Cuenta con la que se cree la mejor colección de maquetas navales antárticas del mundo. (http://www.museomaritimo.com/)

10. Museo Urquiza (Entre Ríos)

Conocido como el Palacio San José, antigua residencia de Justo José de Urquiza, es el edificio histórico más importante de Entre Ríos por su arquitectura exquisita y por la vegetación que lo rodea. Construido en el medio del monte entrerriano a partir de 1848, el palacio está conformado por 38 habitaciones y cuenta con 7 antiguas dependencias de servicio, 2 jardines, 40 hectáreas de parque, 2 patios, un lago artificial y una capilla con la cúpula decorada por el pintor Juan Manuel Blanes. (https://museourquiza.cultura.gob.ar/)

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