HURACÁN DORIAN
Bahamas, un paraíso turístico vulnerable a los huracanes
El turismo es su principal fuente de ingresos, con el 80% de sus cuatro millones de visitantes al año procedentes de Estados Unidos.
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Publicado el 2 de septiembre de 2019
Las Bahamas, devastadas por el huracán Dorian, son unas cadena de islas localizadas entre Florida, Cuba y Haití, que viven principalmente del turismo y tienen una estrecha relación con Estados Unidos.
Tierra de migrantes
Archipiélago conformado por 700 pequeñas islas, 39 de ellas deshabitadas, las Bahamas se ubican 80 kilómetros al sur de Florida. Estas islas cercanas a Jamaica, Cuba y Haití regularmente son utilizadas como punto de tránsito para migrantes que tratan de llegar a Estados Unidos.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, cerca de 5.000 haitianos trabajan legalmente en las Bahamas, pero entre 20.000 y 50.000 compatriotas suyos están en ese país de manera ilegal. Un 85% de la población es de origen africano.
La posición estratégica del archipiélago lo ha convertido también en un centro para el tráfico de drogas, contra el cual Estados Unidos trabaja de manera estrecha con las autoridades locales.
Paraíso turístico y fiscal
El turismo es su principal fuente de ingresos, con el 80% de sus cuatro millones de visitantes al año procedentes de Estados Unidos. Este sector representa el 60% de los más 12.000 millones de dólares de PIB y emplea a la mitad de las personas en edad de trabajar. Su principal atracción es Atlantis Paradise Island, un vasto complejo turístico frente a la capital Nassau.
El país sufrió un duro golpe en 2008 por la crisis económica. Desde entonces retomó el crecimiento, pero continúa débil con un crecimiento en 2017 de 1,4%. Debido a sus bajos impuestos, la banca es el segundo mayor sector económico y representa la quinta parte de su PIB. Catalogada como un paraíso fiscal en 2000, las Bahamas fue eliminada en abril de 2010 de la lista gris de la OCDE en esa materia.
Refugio de estrellas
El archipiélago es hogar de numerosas celebridades, desde el actor escocés Sean Connery, un residente desde hace mucho por razones fiscales, hasta el estadounidense Johnny Depp, quien igual que otras estrellas tiene una isla privada ahí. Hijo de una bahameña, el músico neoyorquino Lenny Kravitz considera a las islas como su hogar y allí se refugió para hacer su último álbum «Raise Vibration» (2018).
Sydney Poitier, el primer actor negro en recibir un Óscar en 1963, nacido en Estados Unidos de padres bahameños, vivió en el archipiélago hasta los 15 años, antes de volver a Miami. Figura emblemática del atletismo de las islas, la velocista Pauline Davis Thompson ganó el campeonato mundial de relevos 4×100 en Sevilla en 1999, y dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Tormentas y huracanes
Las Bahamas son normalmente golpeadas por huracanes y tormentas. En 2014 nueve personas murieron durante la tormenta tropical Jeanne y dos años más tarde, con el huracán Matthew, los aeropuertos de Bahamas fueron cerrados y las autoridades llamaron a los habitantes a trasladarse a tierra firme por el temor a las inundaciones. Aunque hubo fuertes daños, no se registraron víctimas. En 1999, el huracán Floyd, que provocó olas de más de 15 metros e inundaciones en varias islas, dejo un muerto y fuertes daños, en tanto golpeó con dureza a la economía. En 1992 cuatro personas murieron por el huracán Andrew.
AFP