RELATOS DE VIAJEROS
Cinco hoteles maravillosos que conocí por el mundo
Por Flavia Tomaello Tal vez no son súperluxurie o dueños de riquezas para los turistas, pero el viajero encuentra aquí historias de fondo tentadoras para una visita que permanezca en la memoria.
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Publicado el 18 de octubre de 2019
Los paseantes de hoy son más afectos a la «unpacking list«. Aquella enumeración que se porta encima y no en la maleta. Así, las experiencias hoteleras se convierten en un viaje en sí mismas, donde la cultura y la historia se cruzan en la estancia.
Aquí cinco joyas que vale la pena conocer:
1. Casa Hotel 1800 (Sevilla)
Con vista al sur, el camino sigue adentrándose en el espíritu árabe. Sevilla emerge como capital de la región con una impronta tan morisca que uno se siente del otro lado del Mediterráneo. A pasos de la tumba de Cristóbal Colón, en el casco antiguo de Barrio Alfalfa, a metros de la Catedral, el original Hotel Casa 1800 Sevilla del siglo XVII ha sido meticulosamente restaurada y convertida en un pequeño hotel boutique de lujo, que ofrece alojamiento elegante como en casa.
Ubicado en el Barrio de Santa Cruz a unos pasos de la zona de compras, es también el enclave ideal para degustar la mejor gastronomía sevillana, ya que se encuentra rodeado de zonas de tapeo y de restaurantes típicos.
Hotel Casa 1800 Sevilla es una típica casa-palacio cuya historia se remonta a principios del siglo XIX, la época de esplendor de los grandes románticos, de los personajes de leyenda como Don Juan Tenorio, Carmen la Cigarrera, Lord Byron, Bécquer…
La propiedad fue edificada en 1864 siguiendo una disposición tradicional. Sus portones de madera maciza tachonada permitían la entrada al interior con un carro de caballos, desde el que ya a pie se accedía a un patio central en torno al cual se distribuyen todas las estancias.
La propiedad guarda un secreto: un cuarto con terraza privada en la azotea con vistas a la Catedral y piscina. La pileta común de la azotea ofrece vistas panorámicas a una zona llena de historia, incluyendo al Palacio Real, al Hospital de los Venerables, o unas vistas increíbles a la Catedral y la Giralda.
2. The Bloomsbury (Londres)
Uno de los relanzamientos más significativos de Londres llega de la mano de Martin Brudnizki, quien ha reformado The Bloomsbury. A pasos del British Museum, Soho, Covent Garden y Theatreland, el edificio original de los años veinte es una célebre obra arquitectónica de Edwin Lutyens. Los espacios más grandes son impresionantes. El atrevido restyling, con muchos patrones fuertes, formas de decoración y gran atención a la textura, es hermoso y cautiva.
En el corazón del histórico barrio del siglo XVIII del mismo nombre, refleja el rico patrimonio en la arquitectura neo-georgiana restaurada. Diseñado en la década de 1930 por Sir Edwin Lutyens, el mejor arquitecto británico de su época, las características de la firma incluyen una magnífica fachada de piedra, una impresionante barra de doble altura y herrajes diseñados por Lutyens.
La magnífica habitación Coral se encuentra dentro de un área de 2.100 metros cuadrados. El espacio de doble altura en la parte delantera del hotel fue diseñado en colaboración con el reconocido estudio de diseño Martin Brudnizki. Teniendo en cuenta el diseño original de Lutyens y el estado que figura en la memoria descriptiva del edificio. Esta área de la barra se ha reimaginado con sensibilidad. Las paredes con paneles originales se conservan y se les ha dado un acabado de laca de alto brillo en un coral vivo, un color que Lutyens apreciaba. Una característica sorprendente son los cinco candelabros de cristal de Murano hechos a medida, creados especialmente para el espacio. Las paredes cobran vida con 36 piezas de arte originales, encargadas por el ilustrador inglés Luke Edward Hall e inspiradas en el área de Bloomsbury y la arquitectura de Lutyens.
3. Inkaterra Machu Picchu Pueblo hotel (Perú)
José Koechlin fundó Inkaterra en 1975, creando una empresa pionera del ecoturismo y desarrollo sostenible como base económica para la conservación de la biodiversidad. Con el objetivo de difundir los valores culturales y naturales del Perú, Inkaterra trabaja bajo un enfoque sostenible que genera valor agregado en áreas rurales: promueve investigación científica para la conservación rentable, la educación y el crecimiento económico de las comunidades locales.
Bajo esa idea nace Inkaterra Machu Picchu Pueblo hotel. Un íntimo espacio de lujo de 85 cabañas de uno o dos pisos estilo, dentro de sus hectáreas privadas de exquisita belleza, donde los huéspedes siguen caminos de piedra hacia sus habitaciones, disfrutan de comida tradicional y de spa bajo la propia herencia de la cultura Inca. Se encuentra en un bosque neblinoso debajo de un paisaje que trasciende lo que se ve, es un hotel acogedor y orientado a la sostenibilidad a un corto trayecto del sitio arqueológico. Las cabañas tienen techos rojos, revestidas de estuco, conectadas por senderos de piedra, y ubicadas entre cascadas, colibríes y un jardín de orquídeas con 372 especies nativas diferentes.
Los interiores con pisos de baldosas de terracota, techos con vigas de madera, chimeneas y mantas pesadas de alpaca se complementan con baños tipo spa equipados con artículos ecológicos. Las opulentas Villas Inkaterra tienen piscinas profundas y servicio de mayordomo las 24 horas, mientras que las casitas más privadas, escondidas entre el follaje, ofrecen un retiro total. El hotel alienta a los huéspedes a explorar la historia de la zona a través de visitas a museos, paseos de mercado y excursiones por el Camino Inca.
4. Awasi Atacama (Chile)
Hace once mil años, Atacama ya estaba habitada por grupos de cazadores-recolectores. Las culturas Tiahuanaco e Inca, y posteriormente los conquistadores españoles, han tenido una gran influencia en la cultura de Atacama, que se vio obligada a adaptarse a los cambios para poder sobrevivir. Actualmente la población está formada por descendientes de los primeros pobladores de la región, los atacameños y colonos europeos, con una fuerte influencia chilena y quechua.
La escenografía utiliza la naturaleza para armar un stage único y conmovedor. Los planetas, las estrellas, la luna y el diapasón de los satélites en su andar continuo y cadencioso pintan un fondo con trazo seguro pero artesanal. Los actores se reúnen en torno de un fuego y a su alrededor tejen la charla. Como en un monólogo que rota, los comensales interrumpen los relatos para saborear y escuchar.
El diseño de Awasi Atacama se inspira en las ruinas preincas cercanas. Un arquitecto trabaja con un historiador local para determinar la forma (redondeada, suave contra el viento) y obtiene los materiales naturales adecuados: adobe, piedra, paja Y madera de cactus. Las villas incluyen patio privado, ducha al aire libre, cómodos sillones y mantas de alpaca.
La experiencia es exclusiva: incluye chofer y 4×4 para armar la estadía a la medida del viajero. Degustar cocina local con calidad internacional donde las estrellas Michellin no cuelgan de casualidad. Para el viajero será un antes y un después.
Magna Pars Hotel (Milán)
El eco que derrama Milán hacia el mundo es su riqueza en diseño e indumentaria. La elegancia trasciende de manera terminante en cada centímetro de la city. La catedral y su majestuosidad que parece elevarse en una plegaria. El castillo Sforza que refleja la historia de la familia y la ciudad, la galería Vittorio Emanuelle donde hacerse una selfi es casi cometer un delito y el teatro de la Scala con la mejor sala de ópera del mundo… todo eso es el lujo milanés.
Llegar a ella es sumergirse en el mítico Cuatrilátero de la Moda, donde todo parece suceder. El Park Hyatt propone una curadoría de shopping por la Via Tommaso Grossi. Y si eso no basta, es preciso intentar en el VUN Andrea Aprea, el restaurante con dos estrellas Michelin, dirigido por el chef ejecutivo Andrea Aprea.
Si de marcas se trata, pensar en Armani, es hacerlo en esta ciudad. Diseñado por Giorgio Armani su hotel refleja su estilo puro y sofisticado perfectamente combinado con elegancia, simplicidad y comodidad. Bulgari, en tanto, no se queda atrás. Marca más experimentada en la tradición hotelera, ofrece vistas panorámicas sobre el jardín botánico y el centro de la ciudad de Milán y la posibilidad de acceder a citas privadas en las tiendas de lujo.
Si algo expresa la sofisticación son los aromas. Eso espera en Magna Pars, la hospitalidad construida sobre los cimientos de una antigua fábrica de perfumes. Sus ingredientes olfativos -maderas, flores, frutas- y un jardín escondido, descubrirá un lugar mágico en la reservada Via Forcella, en la zona de Tortona de Milán.
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