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Hudson Yards promete ser el lugar más «instagrameable» de Nueva York en 2020

Con oficinas para 40.000 personas, es el proyecto de construcción privado más caro de la historia de EEUU.

Vista desde el "Vessel" hacia la zona noreste de la ciudad. La vista puede ser mucho más interesante desde otros sitios de Nueva York. Foto: Christian Röwekamp/dpa [ Ver fotogalería ]

Ficha

Publicado el 30 de diciembre de 2019

En Hudson Yards todo es lujo. Es un barrio nuevo de Manhattan que intenta ser el nuevo polo de atracción para turistas que visiten Nueva York, el centro más «instagrameable» de la ciudad.

Cuando uno sale del metro y pasa los puestitos de comida al paso y de hotdogs se encuentra de pronto ante una arquitectura futurista de fachadas de vidrio. Es el barrio más nuevo de Manhattan, construido sobre una superficie equivalente a unas 16 canchas de fútbol, por módicos 25.000 millones de dólares. «¡Ni se te ocurra ir!», dicen algunos neoyorquinos, que sienten poca simpatía por estas calles colmadas de perfumes.

Si uno va «a la juguetería de los millonarios» (ese es mote con el que se a Hudson Yards en los medios), tiene que estar dispuesto a abrirse paso entre una marea de turistas que circulan por el centro, sobre todo alrededor del «Vessel» (recipiente), una construcción bastante peculiar de unos 200 millones de dólares ubicada en el centro de una plaza, entre varios edificios.

¿Super estimulante?

Un adolescente queda pasmado delante del «Vessel». ¿Pensando tal vez que fue diseñado emulando una fuente india pero que en realidad parece un pincho gigante de carne asada? Los visitantes pueden recorrer esa estructura de innumerables escalones sin destino.

«¡Es super estimulante!», dice el adolescente entusiasmado. Y no sólo se refiere al «Vessel», sino a todo el barrio. «Está repleto de cosas, hay muchísimo para ver.» Su novia le da un tirón para seguir mientras su curioso adjetivo resuena en el aire. Super estimulante.

Cuando uno sube al «Vessel», la cuestión no es muy espectacular. A lo sumo ve los yuppies tomando un baño en las piscinas de lujo del hotel de enfrente. «Queríamos que fuera bien interactivo», describe Kathleen Corless, que hace relaciones públicas para el barrio y se la pasa diciendo que es un lugar «super instagrameable».

Hudson Yards, el proyecto de construcción privado más caro de la historia de Estados Unidos, llevó seis años de trabajo y fue inaugurado en marzo de 2019. Se diseñaron oficinas para 40.000 personas y apartamentos para 4.000. Los más caros cuestan cifras de dos dígitos dentro del rango de los millones.

Sobre las vías del tren

Algunas empresas como SAP, L’Oréal y Boston Consulting eligieron como sede de sus oficinas un espacio que solía ser conocido por la estación Penn Station. Hoy las vías siguen estando, y eso tal vez es lo más interesante del lugar. Los edificios no están construidos sobre el suelo, sino sobre una millonaria plataforma que está sobre las vías.

«Si te gusta consumir artículos de lujo, no puedes dejar de venir a Hudson Yards», dice exultante Kathleen. Es cierto, hay una gran variedad de tiendas de Dior y Gucci y muchos restaurantes refinados de precios tan exclusivos como el público al que apuntan.

Una cerveza que cuesta sus buenas monedas

¿Entonces qué pueden hacer los turistas normales en un barrio como este, que apunta al big business, la clase alta, y cobra diez dólares por los 0,33 de cerveza en un puestito de la calle?

Según el «Washington Post», el único atractivo es «The Shed», un centro interdisciplinario de arte y cultura, construido por 500 millones de dólares, de una arquitectura espectacular, que ofrece conciertos y exposiciones de artistas consagrados y jóvenes talentos.

Pero existen dos otras razones para visitar Hudson Yards. La primera, que allí comienza uno de los paseos más hermosos de Manhattan, lo que antes se conocía como «High Line». Son vías por las que los trenes de carga solían descargar sus bienes en los pisos altos de las fábricas y galpones. Hoy en día los peatones pueden recorrer los 2,5 kilómetros de  Nueva York sin tener que estar atentos a los autos.

La segunda razón es que a principios de 2020 se inaugurará una plataforma abierta sobre el rascacielos «30 Hudson Yards», a 345 metros de altura. Ofrecerá una vista sobre toda la ciudad, y siendo la plataforma más alta de la urbe, seguramente valga la pena. Una ventaja, al menos para los locales: desde ahí no tendrán que ver Hudson Yards.

 

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