Perú reforzaría la vigilancia de Machu Picchu tras el desastre de los turistas argentino

El gobierno dijo que fue «un caso muy aislado» pero estudia las formas de aumentar el control de la zona. Por ahora, es «imposible» ubicar cámaras de seguridad.

En el siglo XV, el emperador inca Pachacútec construyó una ciudad en las nubes de la montaña conocida como Machu Picchu (“montaña vieja”). [ Ver fotogalería ]

Ficha

Publicado el 23 de enero de 2020


El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Édgar Vásquez, afirmó que el reciente incidente con turistas en la ciudadela inca de Machu Picchu es «un caso muy aislado» y, aunque ve margen para aumentar la vigilancia en la zona, considera «imposible» que esto pueda garantizarse únicamente con cámaras de vigilancia.

Seis extranjeros fueron detenidos el 12 de enero por los daños causados en uno de los principales atractivos turísticos del país andino. Uno de ellos, un argentino de 28 años identificado como Nahuel Gómez, fue condenado a más de tres años de cárcel por estos hechos, si bien evitará ir a prisión mediante el pago de unos US$ 1.800. Otros cinco turistas extranjeros que fueron detenidos con el joven el 12 de enero -una francesa, otros dos argentino, un chileno y un brasileños- fueron deportados el 16 de enero y tienen prohibición de entrar a Perú durante 15 años.

Vásquez dijo en una entrevista a la agencia Europa Press que se trata de «un acto delictivo que hay que condenar», pero ha defendido que es en realidad un caso «muy aislado», toda vez que la inmensa mayoría de lo visitantes son «respetuosos». En este sentido, desatacó que se aplicaron los procedimientos correspondientes contra los detenidos y que no se descarta reforzar la seguridad en esta «joya de la humanidad»: «Siempre es posible mejorar todos los aspectos de vigilancia».

El funcionario peruano admitió, sin embargo, que es “imposible colocar una cámara en un resto arqueológico de esa magnitud» y que cualquier medida que se adopte tendrá que ser respetuosa con la esencia del entorno, es decir, «siempre utilizando mecanismos que no afecten los restos arqueológicos».

En el siglo XV, el emperador inca Pachacútec construyó esta ciudad de la montaña conocida como Machu Picchu (“montaña vieja”). Este extraordinario emplazamiento se encuentra a mitad de camino de la meseta de los Andes, profundo de la selva amazónica y sobre el río Urubamba. Fue abandonado por los Incas debido a un brote de viruela y, después de que los españoles vencieran al Imperio Inca, la ciudad permaneció «abandonada’ durante más de tres siglos. Fue redescubierta por Hiram Bingham en 1911.

Nuevas apuestas

Machu Picchu es tradicionalmente uno de los atractivos clave de un Perú que ahora busca «diversificar», tanto destinos como sectores. El país sudamericano recibió en 2018 4,4 millones de visitantes extranjeros y, a falta de cerrar los datos de 2019, el crecimiento en noviembre rondaba el 6 por ciento, según Vásquez.

Todo ello en un año que el ministro reconoció como «complejo» para la región. Admitió que Perú se vio afectado por la llegada de migrantes venezolanos, aunque al mismo tiempo también ve opciones de que reciba en 2020 parte del flujo turístico que tradicionalmente miró a otras zonas de América Latina ahora más convulsas. El ministro también subrayó que la industria hotelera también sigue un ritmo al alza en Perú, con una inversión acumulada de 600.000 millones de dólares entre hoteles ya inaugurados o en construcción en las principales ciudades del país.

EP / DS

 

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