Luxemburgo, el primer país del mundo con transporte público gratuito

Sólo aquéllos pasajeros que viajen en primera clase -en tren- tendrán que pagar pasaje. Se cerrarán las ventanillas de venta de pasajes y a los controladores se les asignarán otros servicios.

En 20 años la población luxemburguesa aumentó más de un tercio, siendo la mitad de los ciudadanos extranjeros. FOTO: DPA [ Ver fotogalería ]

Ficha

(21/02/2020) El nuevo año trae a Luxemburgo un regalo: exactamente 61 días después del comienzo de 2020, el transporte público será gratuito en todo el Gran Ducado. Desde el próximo uno de marzo, Luxemburgo será el primer país del mundo donde no se necesitará pagar para tomar el tren, el tranvía o el autobús. Sólo aquéllos pasajeros que viajen en primera clase -en tren- tendrán que pagar pasaje. Se cerrarán las ventanillas de venta de pasajes y a los controladores se les asignarán otros servicios. «Se trata de una medida que beneficia a los ciudadanos y que mejora enormemente la imagen y el atractivo del país», asegura al respecto el liberal primer ministro, Xavier Bettel.

La gratuidad del transporte público en el segundo país más pequeño de la Unión Europea, con 600.000 habitantes y 2.586 kilómetros cuadrados, es solo una parte -aunque la más llamativa- del gran esfuerzo gubernamental en pos de un transporte más sostenible. Y es que el tráfico en Luxemburgo está a punto de ebullición. Experimentar un gran crecimiento económico también genera problemas, como tener un mercado inmobiliario completamente saturado, situación que está llevando a muchos ciudadanos a buscar una vivienda asequible más allá de las fronteras del país, en los países vecinos.

En 20 años la población luxemburguesa aumentó más de un tercio, siendo la mitad de los ciudadanos extranjeros. Además, unas 200.000 personas procedentes de Francia, Bélgica y Alemania se desplazan diariamente a sus puestos de trabajo en Luxemburgo, lo que supone un incremento del 140 por ciento en comparación con el año 2000. Tanto por las mañanas como por las tardes los atascos son habituales.

El ministro de Movilidad, François Bausch, de Los Verdes, ha dicho en repetidas ocasiones que no espera que, de pronto, simplemente por ser gratuito, muchos conductores utilicen el transporte público en lugar de sus vehículos privados. Asegura que la gratuidad «es la guinda del postre de una estrategia integral de transporte multimodal» que tiene como objetivo hacer el transporte local tan atractivo que la gente pueda utilizar los servicios de transporte público de forma fiable.

Dado que el contribuyente del próspero Gran Ducado ya había asumido el 90 por ciento de los costes del transporte público, 491 millones de euros (544 millones de dólares), la exención completa del pago de billete «sólo» representa para el Estado un gasto adicional de 41 millones de euros.

Desde que la coalición tripartita liderada por el liberal Bettel con los Verdes y los socialdemócratas apostase por un nuevo concepto de transporte sostenible denominado «Modu 2.0», la inversión en movilidad ha ido incrementándose considerablemente: de los 501 millones de euros invertidos en 2018 pasará a 806 millones de euros en 2021.

La capital, ubicada en escarpados acantilados, es cada vez más accesible gracias a un ultramoderno tranvía cuyos tramos están siendo ampliados. En el angosto centro de la ciudad funciona con equipos de acumulación energética que permiten la circulación sin catenaria. La idea es que los viajeros procedentes de Lorena, Valonia, Sarre y la región de Tréveris estacionen sus vehículos en nuevos aparcamientos periféricos y utilicen el tren para llegar a sus trabajos y al centro de la ciudad. Además, se construirán carriles específicos para permitir que los vehículos con al menos tres ocupantes circulen más rápido.

Además, la red de carriles bici prácticamente se duplicará hasta alcanzar los 1 100 kilómetros. Entre las dos ciudades más grandes: Luxemburgo (capital) y Esch-sur-Alzette se está construyendo una «autopista para bicicletas» de 28 kilómetros de longitud con el puente para carril bici más largo de Europa (1,2 kilómetros). También se reorganizará la red de autobuses y se prevé que un tranvía de alta velocidad, con una velocidad máxima de 100 km/h, enlace las poblaciones de la ciudad de Luxemburgo y Esch en 2035.

(DPA/DS)

 

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