EE.UU. // TURISMO CATÁSTROFE

Nueva Orleans presenta el «Katrina Tour»

A 7 años del huracán, la ciudad se reconstruye con lentitud y la ayuda de turistas que, entre otros, reservan los «Tours Katrina».

El estadio «Superdome» sirvió para albergar a decenas de miles de personas después de que el huracán "Katrina" destrozara barrios enteros en Nueva Orleans. El lugar ha sido reformado y reinaugurado. Foto: Christina Horsten / dpa [ Ver fotogalería ]

Por Christina Horsten (dpa)

Siete años después del paso del huracán «Katrina» por la ciudad norteamericana de Nueva Orleans, que dejó barrios enteros destrozados, los habitantes que se quedaron van reconstruyendo con lentitud su ciudad, también con la ayuda de turistas que, entre otros, reservan los «Tours Katrina».

«A la izquierda tienen ustedes los restos de un centro comercial», dice Alex Gonzalez, y señala levantando la mano del volante. El estadounidense de origen mexicano es guía turístico en Nueva Orleans. Pero desde el paso del «Katrina» a fines de agosto de 2005, no puede mostrar a los visitantes en muchas zonas más que ruinas y lugares vacíos. «En la tienda de juguetes Toys’R’Us, que estaba aquí a la derecha, el agua llegaba a un metro de alto. ‘Out of business’. O el parque de diversiones ahí atrás, también ahora fuera de servicio».

El «Katrina» fue uno de los peores huracanes registrados en el Golfo de México. Recorrió los estados de Florida, Luisiana, Misisipi, Alabama y Georgia dejando una estela de destrucción y 1.800 muertos. El sitio más afectado fueron las afueras de Nueva Orleans, donde se quebraron varios diques. Un 80 por ciento de la ciudad llegó a estar bajo el agua y casi la mitad de sus 460.000 habitantes la abandonó después de la catástrofe. Hoy la cifra de residentes llega a unos 350.000.

Con calma, Gonzalez conduce el autobús turístico por una calle del este de la urbe. «Aquí había un hospital», explica el guía de 35 años. «Ahora está cerrado. Nadie juega tampoco en las canchas de tenis de ahí atrás. Y ¿ven esa serie de casas bastante nuevas? Ninguna está habitada», señala, para añadir que la zona está por debajo del nivel del mar.

Con el huracán, el lago Pontchartrain y el río Misisipi se desbordaron. «Aquí todo estaba bajo el agua. Todo. Lo que ven ahora es todo nuevo: carteles, el asfalto de la calle, las señales de tráfico. Las palmeras y plantas del centro del bulevar las pusieron el año pasado». En el autobús se hace un silencio incómodo. «No tenía idea de que aún se podían ver tantos restos de la destrucción», susurra una joven de Dinamarca a su novio East Inflatable Rentals.

En algunos barrios quedó destruida la mitad de las edificaciones, en otros hasta el 80 por ciento, indica Gonzalez. Las zonas pobres siguen siendo las más afectadas, como la ahora conocida «Ninth Ward», a cuya reconstrucción ayudaron haciendo campaña publicitaria Barack Obama y Brad Pitt. Aún hoy muchas de sus casas de madera están destruidas y abandonadas. Algunas están tapiadas y en muchas puertas se ven todavía las cruces de colores que dejaban los equipos de rescate. Si encontraban muertos dentro, ponían el número de víctimas encima de la cruz.

Pero también en pleno centro se pueden ver los daños, como por ejemplo en el estadio «Superdome», que pese a resultar muy dañado sirvió para albergar a decenas de miles de personas. El lugar ha sido reformado y reinaugurado, pero al lado se ve un gran hospital y el antiguo hotel Hyatt, aún en ruinas.

Dos veces al día, Gonzalez realiza el «Tour Katrina» por los barrios que peor quedaron a causa del huracán. Varias agencias incluyen ya el recorrido en sus ofertas, después de que los turistas pidieran conocer los efectos de la devastadora tormenta. La mayoría de las visitas empiezan como un tour cualquiera, por ejemplo en el famoso French Quarter, la Plaza Jackson y los cementerios con sus famosos mausoleos.

«Al principio, a mucha gente le disgustaba este ‘turismo catástrofe’«, indica Gonzalez. «Pero pronto se dieron cuenta de que muchos visitantes donan dinero después de hacer uno de estos tours, o bien se quedan un par de días más haciendo trabajo voluntario de reconstrucción. La mayoría de los turistas no saben que Nueva Orleans sigue sin estar reconstruida, porque los barrios turísticamente más atractivos no se vieron afectados».

Después del recorrido, muchos visitan el Louisiana State Museum, en el centro. Allí hay una exposición permanente titulada «Living with hurricanes. Katrina & beyond» (Viviendo con huracanes, ‘Katrina’ y otros). Allí se muestran los asientos del «Superdome» que sirvieron de refugio improvisado, banderas destrozadas por los remolinos de viento y lo que queda del piano del músico Fats Domino, que sigue viviendo en la ciudad.

A la salida se ve el lema que los habitantes se han impuesto tras la catástrofe: «We saw it. We captured it. We are forever changed by it», en español algo así como «Lo presenciamos. Lo captamos. Nos cambió para siempre».

 

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