Las exclusivas islas donde descansan las celebridades de Hollywood

Las Islas Vírgenes o Antillas Menores son un destino de lujo. Allí no se contabilizan muertos ni casamientos. Fotogalería.

Mar cálido. En Peter Island las playas, de una belleza deslumbrante, son públicas y suelen ir visitantes en barcos que amarran en el muelle del hotel, con autorización del dueño de la isla. [ Ver fotogalería ]

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Por Marita Otero (*)

En cualquier playa de las Islas Vírgenes, las que dan al Mar Caribe o al Atlántico, uno puede imaginarse a Johnny Depp vestido de Jack Sparrow bajando de algún barco pirata. El embrujo y el atractivo de estas cuarenta islas, de las cuales sólo 16 están habitadas y pertenecen a la corona británica, las han convertido en el destino súper exclusivo de celebridades de Hollywood, aristócratas europeos, millonarios del mundo y de quienes persiguen el sueño del paraíso moderno.

En una noche a cielo abierto desde Tortola, se puede divisar Necker Island, que es propiedad de sir Richard Brandson, el dueño de Virgin Atlantic, otras 200 compañías y la isla de al lado, Mosquito. A Tortola, que tiene unos 25 mil habitantes, sólo cuatro semáforos y es famosa entre otras cosas por el turismo, la banca offshore, la regata de primavera, y el Festival de Navegación, se arriba vía Puerto Rico.

El mayor resort de Tortola es Long Bay, que consta de 11 villas (900 dólares por noche más el 17% de impuestos para 4 personas), 10 cabañas frente a la playa privada y 12 cuartos exclusivos en la montaña. El “Ocean view de luxe”, cuarto número 583 con balcón privado, cuesta 400 dólares por noche. Y vale cada centavo.

En la capital de la isla, Road Town está el lugar típico, Pusser’s, donde puede probarse el Painkiller (“matapenas”), y ya que está en esa ruta seguir hasta el Bomba Shack , tomar el té de hongos alucinógenos (legales) por dos dólares, como dicen que hizo Paris Hilton, y observar los recuerdos que han dejado allí los psicodélicos de los 60. Y antes de irse a nadar con los delfines al Dolphin Discovery, experiencia inolvidable para los chicos, visitar la destilería Callwood, que funciona desde 1600 y dentro flamea con orgullo una bandera pirata, mientras Joseph, oriundo de Trinidad & Tobago, ofrece un sorbo de ron “para ladies” y vende la petaca en diez dólares.

Para terminar el día, puede ir en bus a otra pequeña islita a la que se accede por un puente y comer mariscos en Frenchman Cawy. Rodeado de una belleza que no deja de asombrar, la luna iluminando el azul del mar, uno entiende por qué aquí no llevan la cuenta de los muertos por año (en general, por vejez) ni tampoco la de los casamientos. Y en cuanto a la infidelidad, en las BVI aseguran que el tema es internacional y no culpa del Caribe.

Con el corazón hecho trizas.
En Peter Island, lo único que hay es el resort que lleva su nombre. No hay policía privada ni pública, tampoco cámaras de seguridad. Villas como Falcon’s Nest, que consta de seis habitaciones (todas de súper lujo), cuestan 14.500 dólares la noche (más el impuesto), y no tienen llave.

Están construidas a prueba de huracanes. No hay pavimento, la energía eléctrica, al menos el 40%, se produce por molinos de viento, y en la isla la ecología es fundamental. Sólo se accede por ferry y con previa autorización del resort. Aquí han pasado sus días más felices muchos de los famosos del espectáculo, como sir Paul McCartney, y cuentan que una ex novia de Brad Pitt, cuando la dejó por Angelina Jolie, alquiló la isla para 14 personas y pagó 400 mil dólares por cuatro días en los que los 180 empleados estuvieron a su disposición.

Ver la caída del sol desde el mirador de la isla, con vino blanco y queso francés, es el programa preferido de los “lunamieleros”. Sin necesidad de moverse, disponen de playa privada, restós de todo tipo, spa con los masajes de Marie, barcos, snorkel y lo que tengan ganas.

Con dólares, todo es posible. Para quienes quieren conocer las Islas Vírgenes, estar en un barco, yate, o crucero es casi una obligación. El Cuan Law tiene diez camarotes con baño privado, y pasar allí seis noches con tres comidas diarias, navegando por las cuarenta islas y realizando actividades acuáticas como andar en lancha, kayak, snorkel o buceo, cuesta 2.750 dólares. De ahí se puede conocer la ecológica Cooper Island. El resort está en las costas de Manchioneel Bay, con blancas playas de aguas turquesas.

Una Virgen Gorda. Entre los atractivos que la naturaleza donó a esta isla están Los Baños, las grutas más exóticas y piscinas naturales, que se pasan a través de rocas que lanzan NON STOP ráfagas de sombra cálida. Virgen Gorda es la elegida de las celebridades como Richard Gere, Harrison Ford y Calista Flockhart, Kate Winslet, Morgan Freeman (tiene casa propia), la cantante Rihana, y hasta Beyoncé llegó en su yate a comer en el exclusivo restó del Biras Creek.

El Biras sólo tiene 31 habitaciones en 400 hectáreas, y todas con vista al mar. Una noche en la “premier suite” cuesta US$ 3 mil. Tiene un muelle enorme que permite a los navegantes atracar ahí. También privadas y exclusivas son las villas de lujo Aquamare, donde Ford y familia se hospedaron un mes (en la “Uno”). Por US$ 35 mil la semana, disfrutaron cada minuto de felicidad. La naturaleza puso el resto.

(*) para el suplemento Turismo de Diario Perfil.

 

2 Comentarios en “Las exclusivas islas donde descansan las celebridades de Hollywood

  1. Diani | 29/01/2012 | 16:29

    gabriel me encanto tu blog de tailandia, donde decis en que lugares te hospedaste?

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