EUROPA / REPÚBLICA CHECA
Un monasterio con 800 años de historia
El propio Goethe solía visitar el Monasterio de Tecla, en la República Checa, durante sus estancias en el balneario de Mariánské Lázně. Fotos
El monasterio de Tepla, en la región de Bohemia occidental de la República Checa. Foto: CzechTourism.com/dpa [ Ver fotogalería ]
Por Christina Rietz (dpa)
Para encontrar el monasterio de Tepla, en la región de Bohemia occidental de la República Checa, el viajero debe memorizar previamente bien la imagen del lugar. Y es que hay pocas señales que muestren el camino, más allá de los dos campanarios de la iglesia.
Y eso que el Premonstratsky Klaster Tepla, como se le conoce en checo, es un monumento que abarca 800 años de historia europea. Pero muchos viajeros dedican un día de sus vacaciones en los balnearios de Karlovy Vary y Mariánské Lázne -a 44 y 14 kilómetros respectivamente- para realizar la excursión. La media hora de paseo desde Tepla hasta el monasterio es comparable a una peregrinación, pues apenas se escucha ruido alguno.
Sin embargo, el patio del monasterio no conserva apenas nada de su antiguo esplendor. Entre 1950 y 1978, el edificio fue ocupado por el Ejército checoslovaco y después permaneció vacío, quedando prácticamente en ruinas. Los trabajos de restauración se desarrollan ahora lentamente y algunos monjes ya vuelven a vivir allí.
Más vale no desperdiciar mucho tiempo en el patio, advierte la guía. Mejor pasar dentro, donde algunas partes ya fueron renovadas. En el interior, la pintura se descascarilla en las paredes amarillas del recibidor. En los techos pueden verse frescos, mientras algunos marcos de hasta cinco metros permanecen.
El camino lleva en dirección a la iglesia del monasterio. A finales del siglo XII, el mártir Hroznata solía frecuentar este lugar. Cuando murió su esposa, se unió junto a su hijo a la orden y fundó el monasterio de Tepla. Cuando en 1217 fue secuestrado y llevado a la ciudad de Eger, Hroznata prefirió entrar en huelga de hambre antes que cambiar su testamento y perjudicar al monasterio.
Hroznata murió como mártir y sus restos reposan ahora en la iglesia del monasterio, construida en estilo románico, con un coro de roble y dos órganos en cada lado de la nave, y que aún mantiene su esplendor a pesar de haber sido saqueada en varias ocasiones.
El propio Wolfgang von Goethe solía visitar el monasterio de Tecla durante sus estancias en el balneario de Mariánské Lázně, fundado por la propia orden de los premonstratensian en 1818, ya que el médico del monasterio, Johannes Nehr, estaba convencido de las propiedades curativas de las aguas del terreno del monasterio.
A modo de gratitud, Goethe donó al monasterio parte de la colección de minerales que recopiló durante sus visitas a Bohemia. Esa colección puede contemplarse todavía hoy en una urna de cristal, junto a un busto de escayola del famoso visitante, de camino a la biblioteca.
Esta última estancia acoge en las librerías de sus dos galerías 30.000 libros encuadernados en piel, una tercera parte del conjunto de 100.000 ejemplares entre los que se cuentan antiguos incunables y códices medievales. Todos ellos pueden ser utilizados hoy por estudiantes e investigadores, en un intento por que el monasterio no se convierta en un museo.
–
Seguinos en Twitter: @TurismoPerfil
Le dicen Monasterio porque si le ponen Mansión se avivan que estan robando.