Lejana Venecia de Oriente

Lijiang, en el sudoeste de China, es la mayor reserva de la cultura naxi, tan minoritaria como sorprendente para el turismo. Fotogalería

Lijiang, en el sudoeste de China, es la mayor reserva de la cultura naxi, tan minoritaria como sorprendente para el turismo. En el casco antiguo hay canales, 350 puentes de piedra y rincones deslumbrantes. Foto: Diario Perfil [ Ver fotogalería ]

Por Jeannie Ralston (*)

En Lijiang, ciudad de 1,2 millones de habitantes, el horizonte son el  Himalaya y el cielo azul, que se alza sobre las calles de piedra, los canales alineados con sauces y los techos de tejas negras. La inusual tríada de cultura, legado y belleza natural explica por qué el  casco antiguo de Lijiang –Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco y centro de los naxi, una de las minorías étnicas más vibrantes de China– es uno de los principales destinos turísticos del país oriental.

Las ofertas de Lijiang son tan vertiginosas que la parte histórica está llena de letreros vagamente semejantes a los mensajes de las galletas de la suerte, como “las montañas y los ríos serán sus amigos y tendrá buena reputación como turista civilizado”. Traducción aproximada: “¡Compórtese!”.

DÍA 1. ESPÍRITU COMERCIAL

Lijiang fue pensado como un destino funcional para el comercio hace aproximadamente 800 años, y sigue siendo una ciudad comercial. Alguna vez punto crucial en el antiguo camino de caravanas de caballos y té que conectaba a la provincia de Yunnan con el Tíbet, actualmente recibe principalmente a turistas de Beijing y Hong Kong, a quienes –todo parece indicarlo– realmente les gusta mucho la carne seca de yak.

Lo más importante que debe saber si va a hacer compras en el exclusivamente peatonal casco viejo es que muchas tiendas, como las que venden joyería de plata repujada y barras de té, se repiten en casi cada calle, como un telón de fondo desplegable. Dedique tiempo a inspeccionar negocios como Mao, que ofrece los bolsos de lona “Oba Mao”, que muestran al presidente Obama con traje Mao.

Encontrará que hay muchos talleres de papel Donga, una cadena que vende pantallas de lámparas y libros con papel fabricado localmente, pero vaya a la tienda Lower Xinyuan Lane, ubicada en Guangyi Street, donde podrá hacer su propio pliego de forma  tradicional. En Square Market, la plaza principal del casco viejo, los visitantes serpentean entre hombres a caballo que intentan atraer inetes dispuestos a hacer excursiones. Grupos de baile de la etnia naxi se  inclinan, aplauden y giran.

Para verlo todo mejor, tome altura. Bells Restaurant & Bar, situado en un segundo piso, ofrece una fina selección de tintos neozelandeses sabrosos, acordes para alternar su mirada con la acción que transcurre debajo. En 88 Snack (88 Wuyi Street) los  comensales más intrépidos podrán probar libélulas fritas, que saben a algas marinas especialmente crujientes. La cena para dos cuesta alrededor de US$ 18.

DÍA 2. CAMINO A BAISHA

La mañana es el horario ideal para vagar por el casco antiguo. Sin la presión de otros turistas, parecen más encantadores los puentes de piedra arqueados sobre las tres ramas del río Yuhe que fluye por la ciudad, las paredes cubiertas de hiedra, y los árboles florecientes que protegen los canales repletos de peces koi.

Perderse en un callejón serpenteante es la mejor forma de valorar la arquitectura naxi, caracterizada por paredes de estuco, pesadas puertas de madera y amplios techos con crestas que se curvan en los extremos. El desayuno perfecto puede encontrarse en una sección de Qiyi Street, donde hay vendedores de comida que ofrecen huevos hervidos ensartados en varitas de madera, panqueques de papa desmenuzada y una suerte de tacos, versión china, con huevo y verduras.

Aproximadamente 9,5 kilómetros al norte del casco viejo se encuentra el pueblo de Baisha, que sólo posee una calle. Capital original de los naxi antes de que se mudaran a Lijiang, Baisha se sitúa en la base de la montaña nevada del Dragón de Jade.

El camino panorámico para llegar allí se hace en bicicleta, que puede alquilarse en Ali Baba Cafe (Red Sun Square). En el trayecto pasará frente a la dramática piscina Dragón Negro y al embalse de Qing Xi Shui Ku. En Baisha, el promedio de cafés y  tiendas impresionantes por metro cuadrado es más alto que en Lijiang. Por ejemplo, Miliang vende bolsos de lino exuberantemente pintados. No obstante, la atmósfera es más relajada, a menos que aparezca uno de los ancianos naxi que juegan feroces partidas de mahjong en la esquina de cualquier calle.

No puede ir a Baisha y perderse al doctor Ho Shixiu, encargado de la clínica de medicina china Montaña de Nieve Dragón de Jade (Baisha Street). Con sus 90 años, diagnostica enfermedades (en buen inglés) y habla de fitoterapia, salud y felicidad. Donación sugerida por una consulta y una bolsa de su misterioso té: entre US$ 17 y 50.

A la izquierda de Prague Café (80 Mishi Xiang) hallará un puesto que vende barcos de vela fabricados con cajas de huevo y forma de flores de loto.  Tome las escaleras hacia el canal y pida un deseo al colocar la nave sobre el agua. Después, deambule por la calle detrás del canal rumbo al Viejo Puente de Piedra, donde podrá ver acercarse su bote en una brillante flotilla.

DÍA 3. VERDE CENTENARIO

Para encontrar N’s Kitchen, busque las escaleras de color amarillo: cada escalón ensalza algo del restaurante, como “pan casero” y “buen café”. Arriba, helechos, cascos para bicicleta que cuelgan del techo y un falso árbol de Navidad. El desayuno incluye papas y cebolla dorada a la sartén, batidos de frutas y gruesos panqueques.

Después de esos manjares, un buen plan de muchos turistas es ir a Mu’s Residence, porque esta ex casa de la familia gobernante de Lijiang se ve como una Ciudad Prohibida, pero más chica. Luego de una rápida mirada, siga el camino que serpentea la colina más allá de un templo taoísta. Tras ascender un poco, hallará el ingreso al parque Lion Hill, donde es posible caminar apaciblemente entre cipreses de 800 años con una extensa vista a las azoteas de más abajo y las montañas en el horizonte.

En la cima de la colina, cerca de la torre Wangu, de cinco pisos, está la gran Campana de la Paz. Atrévase a hacerla repicar e interrumpa el silencio reinante, muy por arriba del bullicio de abajo.

DATOS ÚTILES

  • Coordenadas: Lijiang pertenece a la provincia de Yunnan, ubicada en la región suroccidental de la República Popular China.
  • La mejor ruta: Desde Beijing hay vuelos directos (aproximadamente 4  horas) o con escala. Tarifas aproximadas desde US$ 500. Al aeropuerto arriban diversas aerolíneas locales desde variados destinos.
  • Alojamiento: Blossom Hill Inn Neverland es un hotel boutique de 17 habitaciones situado en un pintoresco callejón del casco antiguo. Las  habitaciones dobles parten desde US$ 94 con desayuno incluido. Zen Garden Lion Hill depara cuartos amueblados con antigüedades y ofrece tarifas desde US$ 141.

GALERÍA DE FOTOS

(*) New York Times/Travel. Nota publicada en el Diario PERFIL el sábado 30 de marzo de 2013.

 

Un comentario en “Lejana Venecia de Oriente

  1. eva ferrari | 02/04/2013 | 12:00

    HERMOSO, BELLO EL LUGAR…. PERO… ¡ TAN DISTANTE !…..

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