CIUDAD DE BUENOS AIRES

A pie por anticuarios, bares y museos del tradicional San Telmo

Calles empedradas, casas bajas y patios con aljibes, originales galerías y museos, son recorridos por miles visitantes durante todo el año.

Foto: Télam [ Ver fotogalería ]

Calles empedradas, casas bajas y patios con aljibes, originales galerías y museos, son recorridos por miles visitantes durante todo el año en el Barrio de San Telmo, uno de los más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires. La feria de artesanías en la plaza Dorrego y la iglesia San Pedro Telmo son dos de los emblemas del lugar. Bares, restaurantes y tanguerías completan el perfil de este barrio singular, donde se fusionan a la perfección lo antiguo y lo moderno.

El nombre de «San Telmo» se debe a los primitivos habitantes del lugar, quienes adoptaron al fraile español Pedro González Telmo como su santo patrón. Este pequeño barrio conforma parte el casco histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y limita con Monserrat al norte, Puerto Madero al este, La Boca y Barracas al sudoeste y Constitución al oeste. En 1970, por iniciativa del arquitecto José María Peña, se creó en la Plaza Dorrego la «Feria de Cosas Viejas y Antigüedades San Pedro Telmo».

Con el paso del tiempo, se formó en sus alrededores un pequeño polo de variados anticuarios que comenzaron a exhibir en sus vidrieras muebles antiguos, arañas con caireles de cristal, jarrones de porcelana y artesanales relieves, pinturas antiguas, retratos exquisitamente enmarcados, muebles de estilo del siglo XVIII y todo tipo de reliquias. Muchos coleccionistas de antigüedades comenzaron a interesarse por este mercado, dando inicio así a un flujo turístico, especialmente de extranjeros, que no para de crecer.

Pintores, músicos, escritores, arquitectos y artesanos tienen sus casas y estudios en San Telmo, un lugar ideal para disfrutar de tardes de café, tertulias con amigos y noches de tango y teatro. La zona fue de a poco cambiando su fisonomía y actualmente hay tiendas de reconocidos diseñadores y modernos locales de comida gourmet, que conviven en casas de estilo colonial. Los domingos, en la tradicional plaza Dorrego, multitudes recorren los puestos de artesanía hasta el atardecer, cuando empiezan a dejarse oír los primeros acordes del dos por cuatro anunciando que está próximo el comienzo de la «milonga».

Bailarines profesionales de tango y de folclore, animan la velada. La plaza se va poblando de parejas y la música ciudadana va desplegando todo su potencial. En 1969, el ídolo tanguero Edmundo Rivero, adquirió un viejo almacén de campaña que se remonta a 1798 y lo transformó en uno de los bares de tango más importantes de la ciudad, bautizándolo Viejo Almacén. Aunque estrictamente no está en San Telmo, sino en Monserrat, se lo considera una extensión del barrio y es visitado por turistas de todo el mundo.

Sobre el Pasaje Giuffra 330 se encuentra La Universidad del Cine, creada en 1991 por Manuel Antin, director de películas de diversos géneros. Esta casa de estudios presenta ciclos de cine durante todo el año y también produce películas de corto y largo metrajes. Otro edificio distintivo de la zona es el que ocupa la Facultad de Ingeniería, sede Paseo Colón: construida por la Fundación María Eva Duarte de Perón, la edificación es una réplica de la Facultad de Derecho, ubicada en el barrio de la Recoleta, de estilo monumental y neoclásico, característico de la época.

En la calle Brasil 315, frente al Parque Lezama, está ubicada la iglesia ortodoxa rusa de la Santísima Trinidad: por estar rodeada de casas con techos bajos, sus cúpulas, de una bellísima arquitectura, sobresalen dándole una impronta muy distintiva a la zona.
Fue diseñada en San Petersburgo por el arquitecto del Santo Sínodo de Rusia, Mihail Preobrazensky y fue Rusia quien donó el dinero para que se erigiera esta maravillosa catedral.

También con vista al parque Lezama, en la esquina de Brasil y Defensa, se encuentra El Británico, uno de los Cafés Notables de Buenos Aires, que fue reabierto gracias a la lucha de los vecinos y habitués: su picada de quesos para dos, que en realidad es para tres, acompañada de una buena copa de vino tinto, es famosa. Por las noches los más jóvenes acuden a discotecas, bares, restaurantes, teatros, locales de tango y recitales de jazz, ya que San Telmo está súperpoblado de ellos.

La Galería del Asombro es otro de los originales entretenimientos que ofrece el barrio: dentro de la galería se puede visitar el Museo Alien, que versa sobre extraterrestres. Hay reproducciones de criaturas a escala 1:1 que impactan visualmente por su realismo y el público se divierte actuando con estos «extraterrestres». Otro museo original, pero solo para valientes, es el dedicado a los zombies ¿Alguien se animará a recorrer este tenebroso callejón donde deambulan terroríficas criaturas?

El Paseo de la Historieta, de incorporación más reciente, rinde homenaje al talento y creatividad de los maestros del humor con un circuito callejero abarca los barrios de Monserrat, San Telmo y Puerto Madero. Esculturas representativas de los personajes de historieta conforman este atractivo recorrido que comienza en la intersección de Defensa y Chile con la mundialmente célebre Mafalda, creada por Quino y junto a la cual suelen fotografiarse los turistas.

 

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