ESTADOS UNIDOS / VASHON ISLAND

La isla de los hippies

Una isla repleta de moras y hippies ideal para ver arte, escuchar música, pasear por el bosque y remar. Galería

A sólo 22 minutos del centro de Seattle, la boscosa Isla de Vashon tiene el tamaño de Manhattan y apenas diez mil habitantes. [ Ver fotogalería ]

Ficha

Región:

Cuánto tiempo ir: días

Cuándo ir:

Con quién ir: ,

Ideal para: , , ,


Ver mapa más grande

Por Ethan Todras-Whitehill (*)

A sólo 22 minutos del centro de Seattle se encuentra la boscosa Isla de Vashon, que tiene el tamaño de Manhattan y apenas diez mil habitantes. Es hogar de más de una docena de pequeñas granjas familiares, que dejan repollos y remolachas en puestos desiertos y confían en que quien las lleve dejará allí el pago que corresponda.

En el pueblo, los dueños de las tiendas conocen el nombre de sus clientes y los únicos embotellamientos suceden en las veredas, donde los lugareños se detienen para charlar sin prisa con amigos, vecinos o desconocidos.

La única forma de llegar es por ferry, lo que permite que conserve intacto su espíritu pueblerino. Es un lugar donde se puede disfrutar de la vida tranquila, acompañándola con –por ejemplo– una copa del rico vino frutal de Vashon en medio de una feria local, o un manojo de moras recogidas en alguna de las tantas plazas, playas o reservas naturales.

Por un lado, Vashon es un típico pueblito, con tres bancos, una ferretería, el correo, un teatro, una librería y un par de supermercados. Por otro, es un enclave hippie donde se puede conseguir café vegano, tiendas de alfombras artesanales hechas con raíces, un gimnasio de yoga y media docena de galerías de arte.

“No somos todos hippies, protesta un granjero orgánico. Pero, más allá de cómo se defina a un hippie, una cosa es segura: Vashon está llena de gente con sensibilidad artística, tanto conocedores como creadores. Hasta tiene una compañía de ópera y música de cámara.

Pero también es un destino popular para ciclistas y navegantes, tanto por sus caminos entre los bosques como por las aguas protegidas del puerto. Quien vaya puede disfrutar de ambos mundos y cerrar el paseo diario remando un kayak en la costa o dando un paseo en bici por el bosque.

 

(*) The New York Times / Travel (Traducción: Alejandro Grimoldi). Publicado en el Diario PERFIL el sábado 23 de junio de 2012.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

tres × tres =