YAKUSTK, SIBERIA

Para escapar del calor, Rusia ofrece una ciudad con -50°C

La vida en Yakutsk, en el norte de Siberia, es un invierno casi eterno pero sus 270.000 habitantes se esfuerzan por llevar una vida normal. Para un extranjero, pasar una temporada allí puede ser una experiencia extrema y mortal.

Foto: Amos Chapple /smithsonian.org [ Ver fotogalería ]

Ficha

Región:

Por Darío Silva D’Andrea (Perfil.com)

Junto al río Lena, uno de los más largos del mundo, Yakutsk, en Siberia, a 4.880 kilómetros de Moscú, tiene una temperatura promedio en invierno de -40ºC, lo que crea un manto de niebla que cubre la ciudad durante casi todo el año. Para darnos una idea del frío que hace allí, debemos tener en cuenta algunas cosas: Con -5°C, el frío es bastante refrescante y un sombrero ligero y bufanda son todo lo que se requiere para mantenerse caliente. A-20°C, la humedad en las fosas nasales se congela y el aire frío comienza a dificultar la respiración. A -35°C, el aire se enfriará lo suficiente para entumecer la piel expuesta, haciendo que la congelación sea un peligro constante. A -45°C, incluso usar anteojos puede convertirse en una complicación: el marco se pega a las mejillas y tratar de retirarlos podría significar arrancar la piel y parte de la carne del rostro. 

¿Se animarán los fanáticos del invierno a vacacionar en Yakutsk?

El fotógrafo ruso Maxim Avdéiev visitó la ciudad y tomó instantáneas poco habituales de la vida cotidiana en este lugar, caracterizado por unas duras condiciones climáticas, y las subió a su cuenta de Instagram. Otro fotógrafo que conoció la región, el neozelandés Amos Chapple contó que muchas veces el enfoque y el zoom de su cámara no funcionaban porque estaban congelados, literalmente. “Cuando llegué al pueblo llevaba unos pantalones finos y hacía -47ºC. Recuerdo sentir el frío agarrando mis piernas físicamente, y también me sorprendió que a veces la saliva se helaba como si fueran agujas, pinchándome los labios”, contó el fotógrafo.

La vida en esta ciudad del norte de Siberia es un invierno casi eterno. En esta fantástica región, entre octubre y abril, la temperatura puede bajar hasta -50ºC y allí se registró, el 26 de enero de 1926, la temperatura de -71,2°C, un récord histórico mundial. Cada vez que los habitantes de Yakutsk salen de sus hogares, deben hacerlo muy bien equipados, provistos de comida, una linterna y ruedas de repuesto para su automóvil. «En cualquier caso, vestirse para salir a la calle es como hacerlo para dar un paseo espacial. El frío puede incluso hasta quemar la cara«, dice el sitio web RBTH. «A pesar de ello, los festivales callejeros son habituales, por no hablar de lo que les encanta a los locales pasar el tiempo de ocio al aire libre. La caza o la pesca son actividades habituales«.

Aunque parezca increíble, en Yakutsk viven unas 270.000 personas y todos tratan de llevar una vida normal dentro de las posibilidades meteorológicas. Todos ellos tienen algunos métodos considerados clave para sobrevivir al incesante frío. El primero (y el principal) es pasar el menor tiempo posible fuera de casa. Exponerse al aire libre entre 5 a 10 minutos puede ser suficiente para sufrir fatiga, un dolor punzante en la cara y dolores duraderos en los dedos de las manos y los pies. Veinte minutos es el punto máximo en el que incluso el residente más fuerte de Yakutsk piensa que es hora de entrar.

UNA VIDA NORMAL

Afortunadamente, Yakutsk tiene un sistema decente de transporte público que funciona incluso durante el más extremo invierno. La gente viaja al trabajo y la escuela en autobús, o pide un taxi si es de noche. Los que poseen coches aparcar sus vehículos en los garajes climatizada con una manta envuelta alrededor de la batería y por lo general mantienen el motor funcionando todo el día para evitar su congelamiento. Si la temperatura baja más de 52 grados bajo cero, los niños están felices porque se suspenden las clases.

Hacer las compras suele ser muy fácil. El comprador puede estar seguro de que la carne que se compra en una feria callejera estuvo congelada y así permanecerá en su hogar. Mientras tanto, cuando los pescadores sacan un pescado de las aguas cubiertas de hielo, se congela en 30 segundos y es mucho más fácil venderlo en el mercado principal. Incluso la leche no conoce el estado líquido: sólo se vende en bloques helados de color mármol que luego cada uno calentará y derretirá cuando quiera beberla.

«Yakutsk tiene el mérito de ser el lugar más frío de la faz de la tierra», señaló Henry Lansdell, un viajero británico que se detuvo allí en su camino a través de Siberia a finales del siglo XIX. «Tan acostumbrados están los nativos que con el termómetro a punto de congelarse, las mujeres Yakut, con los brazos desnudos, están en los mercados al aire libre, charlando y bromeando tan agradablemente como si vivieran una genial primavera«.

ENTRE HIELOS ETERNOS

La lejanía de Yakutsk es también extraordinaria. Está ubicada a seis husos horarios de Moscú y hace dos siglos habría llevado más de tres meses viajar de una ciudad a la otra. Ahora, se tarda sólo seis horas en avión, pero los pasajes suelen ser caros (500 euros). Las otras opciones son un viaje de 1.600 kilómetros en lancha por el río Lena durante los pocos meses del año que este no está congelado, o el «Camino de los Huesos», construido por prisioneros de la URSS. Son los camioneros los que se atreven a recorrer este extenso camino y nunca apagan los motores para que sus camiones no se congelen. Sufrir una averían a mitad del recorrido significaría una muerte casi segura.

Yakutsk, la capital de la República de Sajá (Yakutia), es la ciudad más grande ubicada en zona de permafrost, una parte de la corteza terrestre que se mantiene en estado de congelación permanente. Su temperatura no ha subido de los 0°C en los últimos 2000-3000 años, de ahí que el hielo nunca se derrita. El agua subterránea solo puede encontrarse aquí en estado sólido y la capa de hielo puede alcanzar más de un kilómetro de grosor. El ‘Reino del frío perpetuo’ es un destino de culto situado no muy lejos del centro de Yakutsk. Es un museo ubicado en un antiguo túnel subterráneo que se excavó en la época soviética para usarlo como refrigerador. En verano, cuando el calor se vuelve sofocante, las paredes del interior de esta cueva se mantienen cubiertas de nieve, lo que permite decorar el lugar con abundantes esculturas de hielo. En esta zona, los científicos no solo encontraron el hielo más antiguo del planeta, sino también el 80% de los restos de mamut del mundo.

 

3 Comentarios en “Para escapar del calor, Rusia ofrece una ciudad con -50°C

  1. Ramón | 24/01/2017 | 16:23

    no puedo, estoy congelado

  2. Gus | 24/01/2017 | 17:25

    no me quedó claro lo de calor sofocante, contra 2000/3000 años sin superar 0 C°

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