TENDENCIAS / JAPÓN
Zona de desastre: un hotel de lujo disipa las sombras nucleares de Fukushima
El terremoto de 2011 modificó la región. Desde entonces, las palabras «Fukushima» y «radiación» quedaran vinculadas para siempre. Hoy la ciudad busca atraer al turista extranjero.
Seis años después de la catástrofe, Fukushima sigue siendo la región más golpeado ya que el número de turistas extranjeros que pernoctaron en la prefectura cayó un 70 por ciento en 2011 y apenas aumentó desde entonces. [ Ver fotogalería ]
| Nota publicada el 30 de octubre de 2017
El 11 de marzo de 2011, los residentes de la prefectura de Fukushima sintieron que la tierra temblaba cuando un gran terremoto sacudió la costa noreste de Japón. Pero pocos podrían haber predicho las explosiones que seguirían más adelante o que los reactores en la central nuclear número 1 de Fukushima entrarían en crisis. El terremoto modificó físicamente la región para siempre, contaminada por la radiación, pero también alterada de otras maneras: todo ello hizo que las palabras «Fukushima» y «radiación» quedaran vinculadas para siempre.
El daño a la reputación de Fukushima de esa catástrofe se fue desvaneciendo lentamente. De hecho, el desastre creó un paisaje nuevo y rico, que forma parte del nuevo Parque Nacional Bandai-Asahi. La región alberga un hotel único que busca disipar los temores de que Fukushima sea una vez más un destino difícil para los turistas. El Hotelli Aalto está rodeado de lagos y estanques creados por la erupción del Monte Bandai, y ofrece acceso a la naturaleza en estado puro. Sus 13 habitaciones se dividen entre las que tienen vistas al bosque o a la montaña.
También está el nuevo «Aalto Lodge» a poca distancia del hotel principal, diseñado para familias y sus mascotas. El hotel, renovado en 2007, tiene un ambiente europeo de montaña con un vestíbulo de planta abierta donde los huéspedes pueden relajarse y relacionarse. Además de «onsen» (aguas termales) naturales cubiertas y al aire libre, el lodge también ofrece cocina de fusión nórdica y japonesa.
El hotel está ubicado en lo alto de las montañas, a unos 100 kilómetros de la planta de energía N° 1 de Fukushima. Pero estar ubicado dentro de Fukushima le genera un problema de imagen: todo dentro de las fronteras de la prefectura puede sonar tóxico, aunque las prefecturas vecinas de Ibaraki y Miyagi están más cerca de la planta y quedaron más afectadas por los eventos de 2011. «En los primeros dos años antes del terremoto estábamos creciendo, trabajando para alcanzar nuestros objetivos«, dice Takeshi Munakata, dueño del hotel, citado por «The Japan Times«. «Solo ahora estamos llegando a ese objetivo. En 2010, teníamos un 30% de capacidad y ahora llega al 50%«.
La Agencia de Reconstrucción, encargada por el gobierno con la reconstrucción después del Gran Terremoto del Este de Japón, declaró a principios de este año que el turismo de Fukushima aún se encuentra en una «situación grave» y que, debido al daño de imagen, Fukushima no pudo disfrutar de buenos números en cuanto al turismo extranjero. En 2010, 8,6 millones de visitantes extranjeros llegaron a Japón, según la Organización Nacional de Turismo de Japón, pero después del desastre de 2011, todas las regiones excepto Okinawa vieron una disminución en los turistas extranjeros. Seis años después de la catástrofe, Fukushima sigue siendo la región más golpeado ya que el número de turistas extranjeros que pernoctaron en la prefectura cayó un 70 por ciento en 2011 y apenas aumentó desde entonces.
La reconstrucción de la infraestructura turística a Fukushima necesitó el apoyo financiero del gobierno de Japón y de Tepco, propietario de la planta nuclear. Uno de los primeros pasos fue la renovación del edificio de 40 años de Hotelli Aalto. Diseñado por Yoshihiro Masuko, presidente del Instituto Escandinavo de Arquitectura y Diseño de Japón, el hotel combina el diseño japonés y del norte de Europa. El establecimiento abrió en la década de 1960 como un «sanso» tradicional (villa de montaña japonesa), y hoy mantiene su esencia finlandesa. El nombre ‘Aalto’, que significa «olas pequeñas» en finlandés, también es el apellido del arquitecto más famoso de Finlandia: Alvar Aalto.
La construcción del Aalto Lodge expandió las oportunidades de crecimiento turístico en Fukushima. «Se trata de comunicar la belleza de esta región, como el encantador pueblo de Kitashiobara y la estación de esquí de Ura Bandai a la vuelta de la esquina«, dice Munakata. «Si la erupción del Monte Bandai no hubiera ocurrido hace 128 años, no tendríamos esta hermosa región de tierra rica y lagos frescos. Japón ha enfrentado muchos desafíos a causa de los desastres naturales, pero también es nuestra fortaleza. No importa qué tan difíciles sean los desafíos, queremos ponernos de pie y ponernos en movimiento de nuevo».