OSCARS 2019

Por las calles de «Roma», el barrio mexicano que inspiró a Alfonso Cuarón

El barrio donde se filmó la película de Netflix es una de las áreas más animadas y prometedoras de Ciudad de México, con restaurantes modernos y una entretenida vida nocturna.

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(23/02/2019) «Roma«, la película en español más premiada de toda la historia -ganó cuatro premios BAFTA y recibió 10 nominaciones para los Oscar de este año, incluyendo al mejor director y la mejor película- se convirtió sido una de las mejores promociones que Ciudad de México haya podido tener en los últimos años, incluso después de «007 Spectre», con su escena del desfile del día de los muertos por el centro de la capital.

Hasta el momento, los turistas que viajaban a la Ciudad de México se centraban más en el bello centro histórico que concentra la oferta de tours y visitas guiadas, aunque el bus turístico pasa por la zona de la colonia Roma. Pero se espera que después de tantos premios y nominaciones esta colonia también pase a formar parte de los recorridos más populares.

Ubicada en el distrito Cuauhtémoc de la capital mexicana, la Colonia Roma se divide en Norte y Sur y hoy es una de las áreas más animadas y prometedoras de la ciudad, con restaurantes modernos y una entretenida vida nocturna, que lo han convertido en uno de los barrios más «cool» de Latinoamérica. En sus calles resaltan los estilos arquitectónicos art decó, art nouveau y neogótico, con una sensación de haberse detenido en el tiempo.

«Existen momentos en la historia del país que transcurrieron en esta colonia, que ahora se llena de restaurantes, bares, cafeterías, cantinas, entre otros comercios y donde la generación millennial convive todos los fines de semana, eventos únicos en los ámbitos político, cultural, artístico y pictórico», explica Notimex. «Mucha gente consideraba a la colonia Roma como su patria chica, pues se sentían cobijados y sobre todo, les evocaba su ciudad natal; ha albergado también a políticos importantes de otras entidades que decidieron instalarse aquí».

Después de los terremonos de 1957 y 1985 la colonia resurgió y se convirtió en un lugar muy activo y atractivo. Ahora La Roma tiene el mayor número de inmuebles que son patrimonio arquitectónico de la Ciudad de México y hay un grupo de trabajo de catalogación de la colonia y se decidió no tirar abajo cualquier edifico.

En los últimos años la Roma Sur se transformó en un barrio más de moda. Ahora sus casas originales art déco y de estilo californiano se mezclan con nuevos edificios de apartamentos caros. A los puestos de tacos y tamales se sumaron cafeterías y bares con cerveza artesanal.

«Ha sido un lugar también de las minorías a pesar que nació como una colonia para las clases pudientes del porfiriato después de los años 20 y sobre todo 30; se ha diversificado, aquí se han refugiado españoles, sirio-libaneses, judíos, gitanos, así como gente de todo el país», destacó el director e investigador titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Manuel Perló Cohen.

Eugenio Caballero, artífice de una notable recreación de la Ciudad de México de los años 1970 en la aclamada película, urdió una suerte de geografía y arquitectura sentimental del cineasta, y la suya propia, al reproducir un barrio que sintetiza a la gigantesca urbe. Las colonias Roma y Condesa, cerca del centro de la capital, «son mi casa, es donde yo crecí», dice Caballero, director de arte de decenas de filmes y nominado al Óscar por el diseño de producción de «Roma», una de las 10 categorías en las que compite la cinta.

Sus abuelos vivían en la calle de Quintana Roo, a pocas cuadras del viejo hogar de los Cuarón en la calle Tepeji y cuya exacta fisonomía de hace medio siglo reconstruyó hasta el más mínimo detalle para la película. «Mis recuerdos de infancia son con los primos caminando en el barrio», dice Caballero, quien vivía en Condesa, un barrio históricamente hermanado con Roma en una unidad urbana dinámica, favorita de turistas y extranjeros que se afincan en la ciudad.

Recrear el encanto del barrio

La memoria fue columna vertebral del proceso creativo que supuso no solo recrear físicamente una época, sino fijarse en sonidos, perfumes, objetos o esquinas del barrio con significado para el autor, explica. «Estaba metiéndome en las memorias de alguien (…) Probablemente es el director con el que más he hablado en un proceso de preproducción en ninguna de mis 30 películas», dice el ganador del Óscar en 2007 por «El laberinto del fauno».

Caballero se declara tan «obsesivo» como Cuarón en su trabajo, una seña de la generación de oscarizados cineastas mexicanos que iniciaron su carrera hace tres décadas y que incluye también a Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu. «Había que ser muy obstinado, muy testarudo, muy necio, para seguir haciendo cine» pese a las limitaciones, afirma.

«Me marcaron como ser humano y como creador», dice. «En muchas de las calles de la colonia Roma y algunas de la Condesa, había ruinas, era una ciudad en ruinas», recuerda Caballero, que vivió con 13 años el potente terremoto que destruyó en septiembre de 1985 buena parte del centro de la capital y dejó más de 10.000 muertos. Hoy celebra el renovado espíritu de esta zona de la ciudad, que desde su nacimiento a inicios del siglo XX reflejó los vaivenes y la complejidad de la sociedad mexicana.

«Qué bien que las sociedades cambien, que los barrios cambien y que llegue una nueva generación y que tome los valores también que tienen ciertos barrios», dice Caballero. Para Rodrigo Hidalgo, investigador histórico del proyecto La Ciudad de México en el Tiempo, el éxito de la película constituye una oportunidad magnífica para destacar el papel de Roma como «testigo del pulso de la ciudad», con su diversidad e importancia histórica. «Es como una pequeña muestra esquemática de lo que es la Ciudad de México», concluye.

«Creo que la película de Cuarón no toma tanto a la Roma como personaje principal, pues no se ve a Cleo caminando por la colonia echando novio o yendo por el pan, no hay ese tipo de anécdota, todo sucede al interior de una casa en la Ciudad de México, yo diría que hay más descripción sobre otros espacios en México que sobre la propia colonia Roma», considera Perló Cohen. «Pero qué lástima que no encontraron uno de esos afiladores de cuchillos que eran de origen checo que habían venido durante la guerra y usaban sombrero y te preguntabas ¿este es un afilador de cuchillos? venían todos elegantísimos, eran todos unos artistas del afilado de cuchillos».

La noticia de que “Roma” recibió 10 nominaciones a los Oscars al llevó a los residentes del barrio en la Ciudad de México donde el director creció a rememorar sus propias vivencias e imaginar mostrarle la película a sus hijos algún día. El retrato de Cuarón filmado en blanco y negro en español con algunos diálogos en mixteco tuvo un éxito atípico.

El filme, dedicado a una empleada doméstica que crio al realizador, se estrenó en Netflix, lo que permitió una audiencia mucho más amplia de la que compraría un boleto para ver en el cine una cinta intimista que también ha dado a conocer la colonia Roma Sur de clase media. Gloria Silvia Monreal vive frente a la casa de la infancia de Cuarón, por ejemplo, prometió bañar de besos a Cuarón si éste gana. «Mis padres con sus padres se saludaban como buenos vecinos», dijo Monreal. «Mis hermanos dicen que jugaban aquí en la calle pelota».

Cuarón recreó la fachada original de su casa sobre la residencia de Monreal para filmar algunas escenas. Ella ya ha visto la película cuatro veces. «Fue algo sensacional, precioso”, dijo. “Para nosotros fue una experiencia increíble». La casa presentada en la cinta se encuentra en una calle pequeña y tranquila. En “Roma” la dirección es visible, por lo que se está convirtiendo en una especie de destino turístico para admiradores de México y otras partes del mundo que quieren ver la verdadera casa de infancia de Cuarón y la que se usó para el rodaje.

D.S. (Fotos: AP/AFP/The Guardian/Netflix)

 

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