CENTENARIO DE EVA PERÓN
Su museo, su ciudad, su tumba: tras las huellas de Evita Perón
Diferentes sitios y espacios culturales mantienen viva la memoria de esta figura icónica de la historia argentina a lo largo de la geografía de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Nacida un 7 de mayo de 1919, Eva fue una actriz y destacada dirigente política del peronismo, la corriente fundada por su esposo y tres veces presidente de Argentina, Juan Domingo Perón. [ Ver fotogalería ]
Pocas personas de la historia dejaron una impronta tan profunda en la cultura argentina como Eva Duarte de Perón, ‘Evita’, como era conocida popularmente. Nacida un 7 de mayo de 1919, Eva fue una actriz y destacada dirigente política del peronismo, la corriente fundada por su esposo y tres veces presidente de Argentina, Juan Domingo Perón. Hoy, a 100 años de su nacimiento, ese legado vive a lo largo de la geografía argentina, como en la emblemática imagen en la fachada del Ministerio de Obras Públicas en pleno centro porteño, el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, el Museo Evita y variedad de monumentos en todo el país, son testigo de que los argentinos la mantienen en el recuerdo.
Para conmemorar el centenario de la denominada «abanderada de los humildes» el Museo Evita de Buenos Aires inauguró una exposición en la que se exhiben medio centenar de juguetes que fueron entregados por la Fundación Eva Perón en Navidad y Día de Reyes entre 1948 y 1955 y que hoy son parte del tesoro del museo o están en manos de coleccionistas privados. “Dentro de su acción, los niños tuvieron un lugar muy privilegiado, eran la vanguardia política del futuro y en particular todo lo que tuviese que ver con los derechos de los niños”, explicó Marcela Genés, curadora del museo a la agencia AP. “Ella tuvo una infancia muy pobre y eso lo llevó muy arraigado siempre. Y el tema de la justicia con los niños era algo que le preocupaba particularmente”, indicó.
Entre los juguetes expuestos en el museo resalta un tren de hojalata a cuerda algo oxidado que hace más de 70 años ayudó a Saúl Macyszyn a reponerse de un grave accidente que lo dejó cuadripléjico y sin un brazo. El hombre, hoy de 80 años, recuerda que mientras estaba hospitalizado tras siete cirugías recibió la visita de la líder política. “Veo que vienen un montón de guardapolvos blancos de médicos y enfermeras y en el medio Evita. Con todos los fogonazos de los fotógrafos me pareció una cosa caída del cielo”. Primero saludó a sus padres y luego “se me acercó a la cama y me dijo, no me voy a olvidar nunca: ‘Mirá Saulito, vos no vas a poder ser obrero como tu papá. Tienes que estudiar. La fundación te va a dar una beca’”.
Al tiempo Macyszyn recibió un paquete enviado por la entonces primera dama que contenía una locomotora de hierro con una cuerda larga, 15 vagones -algunos de pasajeros y otros de carga- vías de ferrocarril derechas y curvas y una manija que cambiaba la ruta del tren, según la descripción de su beneficiario. “A mí no venía a hablarme nadie. En aquel entonces no había conocimiento de la discapacidad, que te faltara un brazo era una cosa monstruosa”, rememoró Macyszyn. Pero gracias a ese tren “todos los chicos del barrio venían. Así tuve un montón de amiguitos y una infancia feliz”. El hombre, que con ayuda de la fundación completó los estudios, guardó el pequeño tesoro durante años hasta que lo donó al Museo Evita “para promocionar que ella era muy solidaria”.
Su ciudad natal, su ciudad icónica, su sepultura
En el barrio de Palermo, a una cuadra del Jardín Botánico, funciona desde 2002 un museo (Lafinur 2988; Martes a domingos de 14 a 19 hs) que homenajea a Evita y exhibe vestidos, fotografías, recortes y hasta una copia del libro La Razón de mi Vida, una autobiografía utilizada en algún momento en las instituciones educativas. Desde la Plaza de Mayo -epicentro de la histórica movilización del 17 de octubre del ’45- se accede también a una visita guiada por la Casa Rosada (Sábados, domingos y feriados de 10 a 18 hs), desde donde Evita y Perón se dirigían al pueblo. Los restos de la “abanderada de los descamisados”, si bien sufrieron algunos secuestros, peripecias y escondites, se visitan en el Cementerio de la Recoleta, frente a Plaza Francia. Finalmente, para conocer más detalles de la trayectoria política de ambos personajes, se recomienda además una parada en la Biblioteca Nacional y la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT), primer sitio donde descansaron sus restos tras su fallecimiento, hace 60 años.
Pero la huella de Eva por la geografía argentina va mucho más allá de las fronteras del tradicional museo. Desde la Ciudad de Buenos Aires, una de las primeras opciones del recorrido para conocer la vida de la primera dama es Avellaneda, a tan sólo 10 minutos de viaje desde el Obelisco, donde se encuentra el Estadio Juan Domingo Perón, actual cancha de Racing -uno de los cinco clubes futboleros más importantes de Argentina-, inaugurada en marzo de 1950. Además, se suma en Avellaneda una visita a la Sala Museo del Hospital Presidente Perón (Anatole France al 700), sitio en el que fue operada Evita por un famoso oncólogo norteamericano en 1951, a raíz de un potente cáncer que poco tiempo después terminó con su vida. Se puede tomar la autopista directa a La Plata (Capital provincial) donde la pareja contrajo matrimonio religioso en la Parroquia San Francisco de Asís (Calle 12 al 1700), construida sobre finales del siglo XIX.
En territorio platense otro de los puntos de interés lo constituye la República de los Niños (Camino Gral. Belgrano y 501) , considerado el mayor emprendimiento infantil de Latinoamérica y primer parque temático del continente, inaugurado por Perón y Evita en 1951. Muy cerca, está la Quinta de San Vicente, en la localidad homónima, donde se encuentra el Museo Histórico 17 de Octubre. El espacio, elegido habitualmente por la pareja como sitio de descanso, fue declarado Lugar Histórico Nacional y conserva los restos del general Perón. Cerca, en Cañuelas, el siguiente destino lo constituye la ciudad de Lobos, donde existe un museo dedicado especialmente a la vida del General, por haber transitado allí algunos de sus primeros años de vida. Hay fotos, armas y copias de notas periodísticas de la época.
El camino conduce hacia la Costa Atlántica, debido a que en Chapadmalal (muy cerca de Mar del Plata) hay un museo que homenajea a Evita y un complejo turístico creado por el Gobierno de Perón como espacio de relax y vacaciones para los trabajadores. De regreso al noroeste de la provincia de Buenos Aires, el itinerario continúa por Los Toldos, en el departamento de General Viamonte, donde nació Evita un 7 de mayo de 1919, en la estancia La Unión, a unos 20 kilómetros del casco urbano. El área fue totalmente reciclada hace unos años y funciona allí un museo. Además de la Casa Natal, declarada Monumento Histórico Provincial y Nacional, otros sitios de interés en Los Toldos son la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, donde la llamada “abanderada de los descamisados” fue bautizada; la Escuela N°1 Domingo Faustino Sarmiento, en la que comenzó sus estudios primarios; la Plaza Bernardino Rivadavia, el sitio de paseo de la familia; y un Monumento Homenaje inaugurado en mayo de 2012.
En el pueblo lindero de Junín cuenta la historia que Evita pasó sus días de adolescencia y comenzó a pensar en la actuación. Allí se visita la escribanía Ordiales, que fue protagonista del matrimonio civil de la pareja en 1945; el Club Atlético Sarmiento al que todos conocen como Estadio Eva Perón, por haber conseguido el financiamiento siendo primera dama; el Teatro Italiano, en el que conoció al cantante de tangos Agustín Magaldi que la llevaría a la gran Ciudad; y la Escuela N°1 Catalina Larralt de Estrugamou, donde cursó la secundaria. En el Gran Buenos Aires, se suma La Matanza con Ciudad Evita, una localidad declarada Lugar Histórico Nacional, diseñada urbanísticamente con su perfil. Y, para cerrar el recorrido, una visita a la Isla Martín García, también declarada Monumento Histórico Provincial y Lugar Histórico Nacional, por haber sido el sitio en que estuvo preso el general Perón entre el 14 y el 17 de octubre de 1945 hasta que una gran movilización de trabajadores exigió su libertad en Plaza de Mayo.
D.S. / Fotos: Gentileza del Museo Evita