CULTURA / ÁFRICA
Benín se prepara para la vuelta del tesoro real que se llevó Francia
Entre los siglos XVIII y XIX, el reino de Abomey vivió su apogeo, que decayó tras la conquista colonial francesa de 1894, durante la cual miles de objetos fueron robados.
Un total 26 obras (incluido el trono del rey) son los que Francia se dispone a devolver a Benín (antes llamado el Dahomey francés). FOTO: AFP [ Ver fotogalería ]
Publicado el 22 de julio de 2019
En el sur de Benín los palacios reales de la localidad de Abomey parecen aletargados, con las vitrinas cubiertas de polvo y las salas a oscuras. Esto podría cambiar con el nuevo museo que exhibirá objetos del rey Behanzin que Francia se comprometió a restituir. Gabin Djimassé, director de la oficina de turismo de la ciudad, cuenta cómo era antes: «En la época de los portugueses, un cañón se trocaba por 14 esclavos o 21 esclavas», declara vestido con una camisa tradicional de color verde y blanca.
Entre los siglos XVIII y XIX, el reino de Abomey vivió su apogeo, que decayó tras la conquista colonial francesa de 1894, durante la cual miles de objetos fueron robados. Es el caso de las 26 obras (incluido el trono del rey) que Francia se dispone a devolver a Benín (antes llamado el Dahomey francés). “Estos objetos, son una oportunidad para la supervivencia del lugar», afirma Djimassé.
Reyes y amazonas
Con un préstamo de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) de 20 millones de euros (22,5 millones de dólares), de los cuales más de la mitad para el nuevo museo de Abomey, los palacios y el patio de las amazonas, las guerreras del reino, sufrirán una transformación.Hubo que revisar los planes. El primero «parecía un parque de atracciones o Dubái», bromea Djimassé.
El nuevo proyecto, más modesto, deja el protagonismo a la luz natural e interviene menos en el entorno. Otra prioridad: hallar el personal cualificado para guiar a los turistas, proteger las obras y restaurarlas, unos ámbitos «hacia los que hay que comenzar a orientar a los estudiantes», estima Djimassé.
Una oportunidad
En la Escuela de Patrimonio de Porto Novo, capital de Benín y corazón de la cultura afrobrasileña, una decena de estudiantes de 28 a 53 años toman notas. Es la «primera hornada» de un programa de licenciatura en los oficios del patrimonio, afirma el profesor Richard Sogan. «Un museo, no es sólo un conservador», apunta este experto que también trabaja en la Agencia Nacional para la Promoción del Patrimonio y el Turismo de Benín (ANPT). «Existe toda una cadena de oficios, técnicos superiores y obreros especializados, y nos estamos preparando para recibir esos bienes», explica entre dos clases.
La mayor parte de estos estudiantes ya trabajan en la esfera cultural e intentan especializarse o reciclarse. «Esta vuelta es una gran oportunidad para la juventud», afirma entusiasta Messie Boko, un alumno de 28 años. Alain Godonou, al que sus colegas de la ANPT apodan «Señor Patrimonio de Benín», no tenía siquiera acceso a los aproximadamente 5.000 objetos procedentes del reino de Dahomey, actualmente registrados en el patrimonio francés. Para él preparar su vuelta es algo así como «la culminación» de una vida, pero estima que lo esencial es el lado legislativo.
El ministro de Cultura francés, Franck Riester, anunció que el regreso será «efectivo y rápido». Pero el pequeño país de África Occidental necesita un «dispositivo legislativo» para proteger los objetos. Estas 26 piezas del rey Behanzin son importantes, pero deben ser el comienzo de un proceso, insiste Godonou. «Nuestra intención no es recuperar todas las obras (…) sino nuestro derecho de propiedad». «Queremos hacerlas circular, esa es nuestra filosofía», dice, «porque en realidad son patrimonio de la Humanidad».
AFP/DS