CONSEJOS DE VIAJE
Viajero precavido vale por dos: consejos para una travesía segura en la montaña
Viajar a regiones montañosas y parques nacionales puede ser una experiencia asombrosa si se tienen en cuenta algunas consideraciones importantes y se llevan a cabo ciertos cuidados.
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Llegando a la mitad de año, algunas personas tienen la posibilidad de planificar unos días de descanso en plan familiar, con amigos o pareja, tomando como opción la montaña, ya sea para recorrer sus paisajes y/o realizar deportes vinculados a la nieve. Por tal motivo, es importante saber cómo actuar ante ciertas situaciones imprevistas para lograr un viaje placentero y seguro.
Las montañas poseen microclima, lo que significa que existen cambios climáticos que ocurren en forma abrupta y súbita. Puede haber tramos de ruta mojada y resbaladiza (por lluvias) con tramos secos. Muchas veces también hay niebla, que disminuye la visibilidad por eso es fundamental reducir la velocidad, así como también en caso de presencia de nieve o hielo y llevar cadenas para los neumáticos a fin de no resbalar. Los caminos de montaña son sinuosos, presentan pendientes en subida o en bajada, así como también curvas cerradas impidiendo la adecuada visualización del camino.
Ante la presencia de un posible cambio climático, algunas recomendaciones:
Conducir durante una nevada: En caso de nevadas intensas, la recomendación es evitar manejar o circular con precaución. Si esto sucede se debe tener en cuenta lo siguiente:
- Circular por las rutas principales, moderando la velocidad.
- Antes de salir, verificar con las autoridades si los pasos altos en la montaña se encuentran transitables. Asegurarse de llevar en el auto elementos de supervivencia como alimentos ricos en calorías, ropa abrigada, mantas, pala, cadenas para nieve, linternas, pilas, celulares y baterías.
- Considerar qué en las primeras horas de la mañana, la nieve derretida o la lluvia pueden formar hielo sobre la calzada y puede perdurar a lo largo del día si no hay sol. Recordar que los tramos helados parecen «mojados» por eso es fundamental no resbalar, aunque idealmente se recomienda retrasar la salida hasta tanto se derrita el hielo.
- Puede haber pozos, alcantarillas, puentes y/o vehículos que puedan estar cubiertos por nieve.
- Si el auto queda atascado por la nieve, permanecer dentro con la calefacción encendida. Si se sale del vehículo, el frío puede desencadenar hipotermia. Para ello, arrancar de manera intermitente el motor (10 minutos), previa verificación de que el caño de escape no esté ocluido por nieve ya que el monóxido de carbono podría ingresar al interior del vehículo y ser grave para la salud.
Conducir con Hielo: Se debe tener en cuenta que durante la madrugada y en las primeras horas del día es el momento en que se producen las heladas. Las zonas que presentan hielo parecen “mojadas” y son resbaladizas. Por ello se debe reducir la velocidad, aumentar la distancia entre vehículos, evitar el interior de las curvas y transitar con paciencia evitando frenar en forma brusca.
Conducir con Temporal de Viento: En varios tramos de la ruta, especialmente en la Alta Montaña o en la Patagonia, los persistentes vientos pueden hostigar con fuerza a los vehículos que circulan por ella. Por eso se debe atender a las alertas por vientos fuertes que emite el Servicio Meteorológico Nacional y disminuir la velocidad y mantener sujeto firmemente el volante. Al salir de túneles, cruzarse con camiones, adelantarse a otro vehículo o salir de zonas protegidas, tener cuidado con los «golpes de viento». Así mismo se debe tratar de no pasar camiones, ómnibus, motos u otros vehículos, dado que el viento puede volcarlos y que caigan sobre uno.
Recomendaciones para actividades en la montaña
La Asociación Argentina de Cirugía describe algunas situaciones que podrían ocurrir con los deportes de montaña, con el objetivo de saber manejarse y evitar complicaciones.
1. Hipotermia: es la disminución de la temperatura central corporal a menos de 35º C por exposición al frío (vestimenta inadecuada, esfuerzos físicos hasta el agotamiento, mala hidratación/alimentación, etc.) Algunos síntomas son: piel pálida y fría, escalofríos, confusión mental, somnolencia, pérdida de coordinación y debilidad en casos leves.
Los expertos recomiendan alertar a los servicios de emergencias, evitar la pérdida adicional de calor, aislar a la víctima del suelo y protegerla del viento; llevarla a una carpa o refugio si es posible, retirar ropas húmedas y cubrir con ropas o mantas secas, colocar una manta térmica si es que hay y cubrir también la cabeza. En caso de que la víctima se encuentre consciente, recomiendan darle líquidos calientes para tomar.
¿Cómo se puede prevenir una hipotermia?Vestir ropas abrigadas y adecuadas para la actividad de alta montaña. Tener en cuenta la presencia de vientos por lo que se aconseja vestimenta exterior de tipo rompevientos e impermeable y vestimenta interior transpirable que absorba poca humedad y se seque rápidamente. Recomiendan además llevar suficiente cantidad de ropa abrigada de repuesto para cubrir el cuerpo incluyendo las manos (guantes) y la cabeza (gorros/pasamontañas), así como suficiente líquido y alimentos. Disponer de líquidos calientes. Mantenerse hidratado y bien alimentado. Es importante recordar que la actividad física proporciona calor al organismo.
2. Quemaduras por frío: El frío y el viento causan deshidratación de la piel. Sumado a esto, el efecto de los rayos ultravioletas hace que la piel de la cara quede principalmente expuesta y pueda sufrir quemaduras.
3. Lesiones por congelamiento: La exposición prolongada al viento y al frío puede generar lesiones por congelamiento frecuentemente en los dedos (manos y pies), la nariz, las orejas, las mejillas y el mentón. En principio la piel se encuentra fría y enrojecida (Lesión traumática superficial por frío); luego se entumece, duele y aparece una sensación de hormigueo (Congelamiento superficial). Si no se actúa con rapidez, al pasar las horas pueden formarse ampollas, aumentar los síntomas y llegar a un congelamiento profundo o grave.
Recomendaciones para la prevención de quemaduras y lesiones:
- Utilizar cremas solares con protección muy alta en rostro y en orejas.
- Utilizar protección solar en los labios.
- Utilizar ropas abrigadas e impermeables, guantes y gorros.
- Cubrir orejas.
- Limitar tiempo de exposición al frío.
- Utilizar medias que absorban la humedad y sean aislantes.
- Protección frente al viento.
- No llevar calzado excesivamente apretado.
- No beber alcohol.
- Alimentación balanceada e hidratación adecuada.
- Mantenerse en actividad o en movimiento sin agotarse.
- Alertar al Sistema de Emergencias si sospecha congelamiento.
- Iniciar recalentamiento general mediante administración de líquidos calientes y soporte energético.
- Se puede iniciar, además, recalentamiento local mediante inmersión.
4.-Traumatismos de extremidades: Las actividades deportivas más frecuentes son el esquí y el snowboard. Es muy común que ocurran lesiones de extremidades si se realizan en forma incorrecta o con mala técnica. Las más comunes ocurren en las extremidades inferiores y particularmente en las rodillas ya que es la articulación que más trabaja y la que mayor presión y peso soporta. Además, las lesiones en tobillo y pie (fracturas o esguinces), suceden frecuentemente al realizar snowboard; en cambio las fracturas de tibia son más comunes en el esquí. Las lesiones en brazos, hombros, muñecas y manos son frecuentes en quienes realizan snowboard por caídas fuertes.
¿Cómo se puede evitar una lesión por deporte en alta montaña?
- Mantener una buena alimentación (lácteos, cereales, frutas) que brinde energía necesaria para el cuerpo.
- Asesorarse por instructor o por personal idóneo antes de iniciar y realizar el deporte.
- Realizar precalentamiento antes de comenzar la actividad deportiva.
- Utilizar elementos del deporte (tablas, casco, botas, bastones) adecuados para el individuo en particular y asegurarse que estén bien regulados y fijados.
- Realizar la actividad con incremento paulatino de la intensidad.
- Descansar o concluir la actividad cuando hay cansancio o fatiga.
5- Afecciones oculares: La denominada “ceguera de la nieve” es un tipo de fotoqueratitis producida por la exposición a los rayos ultravioleta reflejados en la nieve o en el hielo; también se produce por exposición al frío intenso y por resequedad. Sus síntomas son: visión borrosa, inflamación, dolor y ojos llorosos. Para prevenirlas se aconseja utilizar anteojos de protección contra el viento y que posean bloqueo para el paso de rayos ultravioletas.
(*) Esta nota se redactó con el asesoramiento del Dr. Rubén Daniel Algieri, coordinador de la Comisión de Trauma de la Asociación Argentina de Cirugía, y el Dr. Felíx Ramírez Ibarra, miembro de la Comisión de Trauma de la Asociación Argentina de Cirugía.